Errores atribuidos a los primeros fiscales, a la PDI y al Servicio Médico Legal, revelaron los informes de la jefa del Ministerio Público en el Bío Bío para explicar el fracaso en la investigación por la muerte del pequeño Tomás Bravo. Las reacciones no se hicieron esperar, pero cuestionando la falta de autocrítica de la persecutora Marcela Cartagena.

Los resultados de todas estas diligencias descritas, son ilegales, como consecuencia inválidos y en definitiva inservibles para la indagatoria”, con esas palabras la fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena, resume las consecuencias de los errores cometidos en el marco de la investigación por la muerte del menor Tomás Bravo.

Un reportaje de la Unidad de Investigación de BioBioChile tuvo acceso a los dos informes del Ministerio Público, con las falencias en que según el organismo persecutor incurrieron el Servicio Médico Legal y la PDI.

Los problemas detectados por la fiscal Cartagena van desde muestras degradadas por su mala conservación a peritajes realizados por profesionales sin experiencia, con poca prolijidad y con juicios “altamente cuestionables”, lo que la persecutora ha llamado la “comedia de errores“.

Ninguna de las reparticiones involucradas se refirió a los hallazgos, tampoco los querellantes.

Quien sí lo hizo fue Sergio Mardoff Silva, padre del joven del mismo nombre que desapareció el 2005, siendo encontrados sus restos por la familia, en el Servicio Médico Legal penquista, 13 años después, terminando igual como el caso Tomás Bravo como una investigación fallida.

Por otro lado, el abogado penalista y ex fiscal Andrés Cruz sostuvo que debía analizarse con cuidado que quien lidera las indagatorias criminales, cuestione el trabajo de los equipos que él o ella lidera.

Se debe señalar que además la fiscal Marcela Cartagena admite -en sus informes- errores cometidos por los primeros fiscales a cargo del caso Tomás Bravo, pero, al igual como en el caso Mardoff, ningún persecutor resultó sancionado.