Con una inspección ocular a los sitios del suceso, en compañía de las autoridades navales de la época, siguen las indagaciones por el homicidio del conscripto de la Armada, Luis Alberto Villegas Mesa en 1975. La institución informó entonces que el joven de 19 años había desertado, para luego indicar que se suicidó, pese a la incoherencia de las versiones entregadas.

El caso de Luis Alberto Villegas Mesa fue reabierto el año pasado, luego se ser cerrado sin responsables en 2002. El joven de 19 años desapareció en octubre de 1975 cuando realizaba el servicio militar, asegurando la Armada por entonces que el conscripto había desertado.

Intentando probar la fuga del uniformado desde la Base Naval de Talcahuano, los superiores de Villegas llevaron a la madre al casillero donde estaban todas sus pertenencias, incluso los cinturones con los que un año después fue encontrado el cuerpo supuestamente ahorcado, muy cerca de su unidad, según recordó su hermana, Nélida Villegas.

“Encontraron todas sus cosas, nos dijeron que se habia arrancado con lo puesto. Luego, más o menos después de un año, nos dijeron que habian encontrado un cuerpo. Y lo mas ilógico es que estaba colgado con los mismos cinturones que estaban en su casillero. O sea, según ellos después de desertar, (mi hermano) se devolvió a su casillero para encontrar los cinturones”, afirmó su hermana.

A ese inexplicable antecedente se suma otro. Y es que los restos fueron entregados en un ataúd sellado en 1976, enterándose la familia sólo 24 años después, tras una exhumación, que el cuerpo no estaba completo, y que la Armada entregó sólo algunas de sus osamentas.

Como parte de la investigación, este viernes se realizó en la Base Naval del puerto una diligencia que busca aclarar el homicidio ya acreditado del conscripto, dijo el abogado de la familia, Patricio Robles.

“Se trata de una inspección ocular a dos sitios, uno al interior de la Base. Esta diligencia se practica para situar en el sitio del suceso las referencias que se tienen por el homicidio del conscripto”, afirmó Robles.

La inspección ocular fue decretada por el ministro para causas por violación de derechos humanos, Carlos Aldana, ordenando la participación de quienes fueran los superiores de la víctima al interior de la Armada, además de testigos.

“Están las autoridades militares que estaban en esa oportunidad. Hicimos el recorrido desde su casillero hasta el lugar donde se encontraron sus osamentas. Por ahora no hay inculpados específicos, sino que la acción es contra los que sean responsables”, aseveró.

Los hermanos de la víctima buscan hacer justicia después de 46 años por el asesinato de Luis Alberto Villegas, quien a pesar de estar identificado, en el Registro Civil aún aparece como una persona viva, lo que ha impedido a la familia obtener la autorización para cambiarlo de tumba en el Cementerio de Coronel.