Con la campaña “Yo no cambio mi medidor”, los vecinos de Talcahuano rechazan la medida que prevee que para el 2025 más de seis millones de “medidores inteligentes” estén instalados en viviendas, oficinas e industrias de todo el país.

Por medio de un comunicado, el municipio de la ciudad señaló que el jefe comunal, Henry Campos Coa, respalda totalmente la iniciativa de los residentes.

La autoridad afirmó que no se trata de un tema político, sino del resguardo de los derechos de las personas, en particular de la propiedad privada, ya que en varias ocasiones los vecinos han encontrado el cambio del medidor sin previo aviso.

“Aquí no se puede permitir el cambio si no hay garantías de por medio. Por lo tanto, mientras no se certifique, no se compense, nosotros no podemos aceptar que obligatoriamente se nos cambie el medidor e incluso entren a nuestras casas”, aseveró el alcalde Campos Coa.

Agregando que espera que los parlamentarios de su sector político “también estén del lado de la ciudadanía y puedan revertir lo que se hizo en el Congreso pasado”.

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Por su parte, el senador Alejandro Navarro, uno de los impulsores de la idea, mencionó que la discusión de la norma llevada adelante en la Cámara Alta expresa de manera categórica cuatro puntos esenciales que amparan al 75% de los chilenos.

Enfatizando que “mientras la gente no esté informada, mientras no haya compensación para que el medidor viejo, pero que todavía sirve, sea cambiado, no puede haber cambio de medidor”.

El presidente de la junta de vecinos Juan González Huerta, Alejandro Torres, indicó que el recambio no genera “ningún beneficio para la comunidad”, sino que “acarrea un costo adicional en el presupuesto familiar, que muchos no podrán asumir”.

Tanto los medidores como los empalmes pasarán a ser propiedad de las empresas y, cada seis meses, los usuarios deberán pagar por los dispositivos a traves de tarifas fijadas por el Estado, de acuerdo a lo indicado por la ley 21.076.