Una denuncia contra Estado interpuso Natalia Ravanales, extelefonista del Congreso Nacional, quien en 2016 demandó al Senado por discriminación arbitraria. Esto, luego de que la Corte Suprema absolviera a la Cámara Alta.

La ahora abogada recurrió a un organismo internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la que debería ser la última instancia de su causa.

Un largo recorrido es el que ha realizada Natalia Ravanales por la justicia, desde que en agosto de 2016 demandó al Senado invocando la Ley Zamudio, acusando discriminación y haber sido víctima de hostigamiento por parte de sus compañeras y no haber recibido respuesta de las autoridades de dicho organismo.

Pasó por un tribunal de primera instancia, la Corte de Apelaciones y finalmente la Corte Suprema, las dos primeras fallando a su favor en 2016 y 2018 respectivamente, pero en diciembre de 2019 el máximo tribunal tomó otra decisión.

En fallo dividido 3 de los 5 jueces presentes decidieron absolver al Senado, así lo indicó Natalia Ravanales, que en su calidad de abogada se representa a sí misma.

Natalia Ravanales tiene discapacidad visual, razón a la que atribuye los hostigamiento, ya que en varias ocasiones -indicó- que no le creían que era ciega, por poseer un grado de visión que le permite, por ejemplo, caminar sin ayuda.

Luego de agotar todas las instancias internas, es que el 28 de mayo recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde interpuso una denuncia en contra del Estado Chileno.

Actualmente su petición ya fue recibida y registrada, por lo que está a la espera del siguiente paso de esta instancia internacional.