Un niño de sólo dos años de edad quedó grave, luego de que recibiera lidocaína en lugar de suero, durante un procedimiento en el Hospital de Quilpué, el domingo recién pasado, según denuncia su padre.

Según la acusación, recogida por La Estrella de Valparaíso, la víctima -identificada con las iniciales M.Z.V- llegó junto a su madre a eso de las 11:30 horas para tratarse una infección estomacal.

El procedimiento era simple: el médico que lo atendió instruyó que le suministraran suero, mientras que la enfermera que lo atendió sólo debía seguir la orden del facultativo. Todo salió mal.

En lugar de la ampolla, “fue lidocaína (potente anestésico) directa a la vena”, dijo el padre, Gustavo Zamudio, al matutino local.

Lo anterior, de acuerdo al relato del denunciante “produjo que el menor empezó a convulsionar, hizo un paro, quedó con la mirada fija, los ojos blancos en un momento y se desvaneció”.

Respecto de lo ocurrido, el denunciante contó que “tenemos papeles todos contradictorios donde habla cada uno una cosa distinta del mismo hecho, la funcionaria que puso la inyección estaba atendiendo a su hija por un corte al mismo tiempo y mi hijo pudo perder la vida”.

“Un paramédico revisó en la basura y se dieron cuenta que habían dos ampollas, el suero que él había puesto y la lidocaína. Ahí se dieron cuenta que eso generó la convulsión y el paro del niño que duró alrededor de un minuto”, agregó.

Actualmente el menor se encuentra internado en la Unidad de Pacientes Críticos Pediátrico de la Clínica Ciudad del Mar.

Si bien, los padres aseguran que el niño está lucido, éste aún no puede caminar.

“Vamos a tener que seguir en estudio para ver si esto tiene alguna repercusión a futuro porque hubo un paro, faltó oxígeno en el cerebro y eso no sabemos qué consecuencias pudo traer”, sentenció.

Hospital de Quilpué | Archivo | Agencia UNO
Hospital de Quilpué | Archivo | Agencia UNO

Respuesta

Desde el cuestionado hospital respondieron a la acusación mediante una declaración pública, donde no niegan lo ocurrido e incluso lamentan la situación.

“Una vez ocurrida la administración errónea del medicamento, tanto el equipo clínico como la Dirección del establecimiento tomaron de inmediato todas las medidas de intervención existentes de acuerdo al protocolo de acción y manejo”, aseguraron.

Y añadieron: “La Dirección del Hospital determinó la realización de una auditoría clínica para poder establecer las responsabilidades administrativas correspondientes y, la persona responsable del procedimiento que dio lugar al evento adverso, no prestará funciones en la Unidad de Emergencia hasta poder aclarar la situación”.

Más negligencias

Este caso se suma a otras negligencias ocurridas en el mismo hospital. A mediados de 2017, por ejemplo, la Corte Suprema condenó al hospital de Quilpué a pagar una indemnización de 30 millones de pesos a un joven por el mal tratamiento de una lesión en 2011. Producto de ello, el afectado perdió un testículo.

Más reciente es lo ocurrido a Yasna Cortés Cáceres, de 31 años, quien en septiembre de este año, denunció haber sido víctima de una grave negligencia. El 12 de octubre de 2017 concurrió hasta el recinto para ligarse las trompas de Falopio, ya que había decidido no tener más hijos. Sin embargo, según acusa, la intervención quirúrgica salió mal y provocó -entre otros problemas- que deba defecar por la vagina.

Posterior a la publicación de esta nota, Víctor Arancibia, jefe de la Unidad de Emergencia del Hospital de Quilpué se refirió a lo ocurrido, desmintiendo categóricamente que el niño quedara grave y afirmó que éste solo sufrió mareos producto del error.