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Esta semana se estrenó en los cines chilenos "Planeta de los Simios: Nuevo Reino", película que se sitúa 300 años después de la trilogía original protagonizada por Caesar. En esta nueva entrega, Caesar se convierte en una figura mesiánica para los simios, con dos visiones opuestas representadas por los personajes Raka y Proximus Caesar. Los actores Peter Macon y Kevin Durand, quienes interpretan a ambos personajes respectivamente, revelaron el proceso de transformación para sus roles, desde las audiciones hasta la filmación, destacando la importancia de no actuar como simios en un principio. El director, Wes Ball, y el equipo técnico también fueron clave en la creación de este mundo evolucionado, donde los simios hablan y los humanos son vistos como criaturas salvajes. Macon describió esta experiencia como la labor más demandante y difícil de su carrera como actor.

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Esta semana se estrenó el “Planeta de los Simios: Nuevo Reino” en los cines chilenos, una película que da un salto de 300 años desde los sucesos de la anterior trilogía protagonizada por Caesar.

En la nueva historia, aquel patriarca quedó convertido en una figura mesiánica, casi mitológica, similar a Moisés para los simios, teniendo su legado dos visiones contrapuestas representados por dos personajes: Raka, interpretado por Peter Macon, y Proximus Caesar, por Kevin Durand.

En conversación con BioBioChile, ambos actores explicaron cómo fue el proceso de “transformación” para interpretar a sus personajes, respectivamente un orangután y un bonobo, desde las audiciones hasta el resultado final, revelando que para el principio del proceso se les instó a no actuar como lo harían eventualmente en la película.

“Inicialmente, conseguimos este material que es distinto a cualquier otra cosa que haya pasado por nuestros escritorios, y era bastante vago”, comenzó manifestando Macon. “Debo decir que su lenguaje era hermoso pero de verdad pasé mucho tiempo, días sólo imaginando, mirando las películas anteriores y la del ’68, y luego tuve que decir ‘bien, esto es 300 años después, qué sabemos? qué sabe realmente este personaje? Sabe menos que nosotros que miramos las películas, y bien sabes que las fábulas y las historias tienden a vivir más que la verdad de los sucesos históricos”.

Por ello, “tuve que pasar mucho tiempo meditando e imaginando, y visualizando, y estructurando todo para mí mismo, para luego llenar estos vacíos con palabras, trasfondo, e ideas, inventando mi propio lenguaje de señas, encontrando una forma no-humana de presentar estas palabras, pero no como ‘uh uh uh"”, ejemplifica imitando los sonidos de un mono, “no haciendo esos movimientos genéricos de simio. Y el tiempo de audición fue de tres minutos para mostrar qué podías hacer con eso”.

Similar fue la experiencia de Durand, quien contó que ese proceso “fue muy divertido. Cuando recibimos las audiciones, se nos instó a no actuar como simios. Querían que mostremos nuestra interpretación de las verdades más contundentes de esas escenas y esos personajes primero como humanos, porque si podías lograr algo que fuese lo suficientemente convincente e interesante para ellos, entonces conseguirías el papel”.

Sin embargo, continuó el actor que dio vida a Raka, la audición “me rompió un poco los nervios, pero me lo tomé muy seriamente porque realmente quería hacerlo. Pero también quería, más que cualquier cosa, colaborar, incluso si no conseguía el papel. Esperaba que mi contribución a la interpretación sea significativa para otro actor o para el director”.

“Y afortunadamente, fui aceptado. Ahí fue que me puse nervioso porque quedé ‘Bueno, ahora tengo que hacerlo de verdad’, pero una vez entramos a la ‘escuela de simios’, sentí que de verdad se preocupaban por mí. Se fueron mis sentimientos de insuficiencia, porque creamos un espacio seguro en el que pudimos crecer y construir este mundo juntos. Construir estas relaciones, y nuestro entendimiento de cómo los simios realmente se mueven y se relacionan en el mundo, y cómo se sienten y piensan”.

Pasado ese punto, “fuimos apoyados por todo el camino incluso antes de comenzar a grabar, y una vez comenzamos fuimos guiados por alguien que se encargaba de que nuestras interpretaciones se mantuvieran en la línea de lo entrenado”.

Al respecto, el intérprete detrás de Proximus, antagonista de la cinta, explicó que “tuvimos a alguien fenomenal, un increíble artista y científico que nos lo explicó todo, como algunas diferencias anatómicas que informaban la forma en que nos movíamos, en que sonaba yo como Proximus Caesar”, acotó replicando la gutural voz que usa para el personaje, “y la forma en que nos relacionábamos, la jerarquía entre personajes. Todo eso vino después de que conseguimos los roles”.

Así, Macon destaca que “Wes (Ball, director de esta entrega del Planeta de los Simios) es un visionario increíble que también nos apoyó, y el equipo técnico fue increíble, los bendigo. Trabajaron bajo lluvia o calor, manejando su equipamiento, y cuando terminamos la filmación, llegó todo un ejército de creativos que ayudaron a convertir nuestras actuaciones en lo que ahora vemos, sin dar nada por sentado, siendo muy específicos en cuanto a lo capturado para diligentemente y minuciosamente trabajar para tridimensionalizar y llevar estas imágenes a su resultado final: simios parlantes, para hacerte creer que han evolucionado”.

“Trecientos años han pasado, y ahora es normal que los simios se comuniquen así, y que no han visto seres humanos, quienes ahora son una especie de criaturas salvajes. También hay un momento en que ven cebras por primera vez, y hay mucho espíritu de descubrimiento en este mundo y en esta película. Y siento que fue la más demandante y difícil, a la vez que sencilla labor que he sido asignada como actor”.