Formalizada por dos delitos de maltrato corporal relevante quedó la educadora de párvulos Soraya Alarcón Contreras, quien enfrenta cargos por introducir a la fuerza comida a la boca de dos menores de edad, uno de 1 año y 11 meses, y otro de 2 años. Esto, en el establecimiento educacional “Brisas del Volcán”, en Chillán.
 
La fiscal (s) de la capital de Ñuble, Nadia Espinoza, explicó que los hechos ocurrieron el 31 de mayo y el 6 de junio de 2019. “Con la finalidad de alimentarla y pese a la oposición de la menor le inclinó su cabeza hacia atrás de manera brusca, para luego, mediante fuerza, mantenerle la cabeza en esa posición, introduciendo un cubierto con alimento en su boca, lo que fue realizado en reiteradas ocasiones”, detalló.
 
En el otro caso, tomó al menor, “dejándolo entre sus piernas, para luego inclinarlo y tomarlo entre sus brazos, inmovilizándolo, inclinando su cabeza hacia atrás de manera brusca, provocando su llanto, para luego mediante fuerza mantenerle la cabeza en esa posición, introduciendo un cubierto con alimento en su boca”. Esta acción también la repitió varias veces.
 
Ambas conductas quedaron registradas en las cámaras de seguridad del establecimiento.
 
La fiscal Nadia Espinoza afirmó que la educadora de párvulos era garante de los menores de edad, lo que agrava aún más su situación.
 
Explicó que “la pena del maltrato corporal relevante llega hasta los 60 días, pero en este caso estamos hablando de un hecho reiterado en el mismo colegio y en tiempo bastante cercano, con lo cual podríamos elevar la pena en un grado, de 61 días a 540 días”. La Fiscalía optó por no ofrecer una salida alternativa.
 
La imputada quedó con la medida cautelar de prohibición de acercarse a los niños, pese a que no está ejerciendo, pues está suspendida de sus labores en el establecimiento educacional.

El Juzgado de Garantía de Chillán dio tres meses de plazo para la investigación.