En un problema de nunca acabar se ha convertido el ataque al ganado ovino por parte de jaurías de perros y que ha visibilizado el capítulo del Colegio Médico Veterinario de Chiloé. La problemática tiene un impacto tanto en la economía local como en el medioambiente.

No existen períodos exactos cuando las manadas o grupos de perros que tienen dueños o tutores acechan los campos, sobre todo en horario nocturno, dando muerte a ovejas o dejándolas con heridas que finalmente sus propietarios optan por sacrificarlas. Esto en la isla grande de Chiloé, en la región de Los Lagos.

La presidenta del capítulo chilote del Colegio Médico, Bernardita Silva, sostuvo que al no existir denuncias formales no se pueden cuantificar los casos por ataques de perros al ganado, sumando que el fenómeno cobra mayor preocupación en esta temporada de pariciones.

Los daños también alcanzan a la fauna silvestre por parte de los canes, teniendo entre sus presas predilectas a los pudúes, muchos de los cuales ingresan al Centro de Conservación de la Biodiversidad de la ONG Chiloé Silvestre.

El director y médico veterinario, Javier Cabello, insiste que los animales corresponden a perros que tienen propietarios.

Pérdidas económicas

Juan Vásquez, dueño de ganado ovino que vive en Putemún, en Castro, contó su experiencia al momento de lidiar con los perros que durante los últimos dos años han matado gran parte de sus animales, dejando pérdidas económicas cuantiosas.

Los ataques de jaurías o manadas de perros al ganado ovino que han sido denunciados por las redes sociales se localizan en predios de Quemchi; Dalcahue; Castro y Chonchi.

Las herramientas que surgen como alternativas de prevención entre los pequeños agricultores pasan por potenciar la tenencia responsable de mascotas u optar a un seguro ovino a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).