A cuatro años del aluvión que arrasó con la Villa Santa Lucía en Chaitén, región de Los Lagos, los vecinos recordaron a las 22 víctimas de la tragedia con un acto conmemorativo. Hicieron además un balance de la realidad habitacional que los afectados en la zona mantienen hasta ahora. Al respecto indicaron que no confían en ofertas de las autoridades, al menos hasta verlas concretadas.

Con un acto conmemorativo se recordaron los cuatro años desde la tragedia de Villa Santa Lucía, que cobró la vida de 22 vecinos del poblado ubicado en Chaitén.

Eran las 9:30 de la mañana del 16 de diciembre de 2017, cuando tras 122 milímetros de lluvia caídos de forma constante en las jornadas previas se produjo el trágico episodio que dejó una huella irreparable en la provincia de Palena.

Se estima que la pared de rocas que se desprendió y produjo el aluvión, se deslizó a más de 70 kilómetros por hora impidiendo la reacción de los vecinos que quedaron atrapados entre el barro, la vegetación y sus casas, perdiendo la vida 22 personas, de los cuales 21 fueron encontrados tras intensas labores de búsqueda.

El vecino Patricio Ide, expresidente de la junta de vecinos, reflexionó en torno al dolor y el miedo.

“Los temores te paralizan tanto a nivel personal como comunitario(…)Seguimos casi con los mismos déficit que tuvimos después del aluvión”, señaló.

Recordó que hay familias que recibieron subsidios, pero otros no han podido instalarse en ninguna otra parte ya que hay temas burocráticos que entrampan las soluciones habitacionales.

El actual líder vecinal, Jorge Lemus, dijo que las autoridades pueden hacer ofertas, las que mientras no sean concretas no generan confianza en él.

La escuela Valle El Frío, está actualmente a unos 20 kilómetros al sur de la Villa Santa Lucía y de acuerdo a lo que dijo el dirigente vecinal, la actual construcción está sin piso ni techo, por lo que espera que se concrete el sueño de volver a reactivar clases en Marzo.

La Villa Santa Lucía, lleva tal nombre desde el 24 febrero del 1982, luego de que el dictador Augusto Pinochet, bautizara así al poblado de Valle El Frío, en Chaitén.