Hasta el 21 de septiembre se dictaminó el receso de la causa por el vertimiento de 9 mil toneladas de salmones muertos al mar en Ancud. El hecho ocurrió en 2016, en el denominado “Mayo Chilote”, que dejó tres semanas de manifestaciones en el archipiélago de la región de Los Lagos.

Fue la abogada que lleva las denuncias la que solicitó la determinación, con la finalidad de tener acceso a la carpeta investigativa, que contiene 12 tomos, de los cuales apenas han conocido un tercio.

El juicio ha generado polémica por su dilatada duración y porque recientemente el Ministerio Público solicitó el sobreseimiento del caso y de las querellas en contra del Estado de Chile y las empresas salmoneras.

La abogada que representa a las comunidades de Chiloé, Orietta Llauca, criticó el rol de la Fiscalía.

El coordinador general del Movimiento Defendamos Chiloé, Juan Carlos Viveros, dijo que el mayor desastre ambiental en la historia del archipiélago no puede quedar sin culpables.

El denominado “Mayo Chilote” se originó por un episodio de marea roja en Ancud, por el florecimiento de algas nocivas que afectaron a los recursos con los que los pescadores artesanales de la zona históricamente han trabajado.

En ese contexto, se conoció que las autoridades autorizaron el vertimiento de salmones muertos al mar, lo que generó 19 días de intensas movilizaciones, donde los chilotes pusieron en jaque al Gobierno de turno.