La decisión de la jueza que permitió dar a conocer las identidades de los cinco testigos protegidos se decretó como ilegal por la Corte de Apelaciones de Temuco. Ahora podrán seguir bajo reserva, tanto sus nombres como sus direcciones. De esa forma, la defensa de Héctor Llaitul no podrá saber quiénes eran.

La Corte de Apelaciones de Temuco acogió un recurso de protección que presentó el Ministerio Público y el Ministerio del Interior, en contra de la decisión de la jueza que ordenó a la Fiscalía entregar las identidades de cinco testigos protegidos a la defensa de Héctor Llaitul, por delitos a la Ley de Seguridad del Estado.

En simple, el máximo tribunal revocó la decisión dictada por el Juzgado de Garantía de Temuco, lo que se traduce en que el Ministerio Público no tendrá que exhibir las identidades a la defensa del líder de la CAM.

Esto ocurre en el marco del juicio contra Héctor Llaitul, quien es acusado por la Fiscalía como autor de usurpación violenta de predios, hurto de madera y atentado a la autoridad. Ilícitos cometidos desde 2020.

Fue precisamente en la audiencia de preparación del juicio oral que el tribunal temucano acogió la resolución y de esta forma permitía dar a conocer los nombres. Pero poco duró el decreto, porque hoy la Corte la anuló.

El falló exponía lo siguiente: “implica que la decisión de la señora Jueza de Garantía recurrida, (…) al disponer entregar a la defensa la identidad de los testigos con reserva de identidad, es ilegal”.

Argumenta que es un acto ilegal porque “el resolverlo de aquella manera, en lo que importa a la vía de protección que se ha intentado, implica una evidente amenaza a la garantía constitucional de la integridad física y psíquica de los denominados testigos reservados, e incluso de sus familias, terceros que no pueden alzarse directamente respecto de una resolución judicial que amenace se derecho fundamental (…) cuya debida protección le corresponde al Ministerio Público”.

Por tanto, se acogió el recurso de protección interpuesto por la Fiscalía en favor de los testigos. Sus nombres y dirección seguirán privadas.