Las autoridades de Gobierno en La Araucanía condenaron el ataque que dejó dos carabineros heridos en la zona rural de Muco en Lautaro. Aseguran que el objetivo de los responsables no era solo herir a los funcionarios, sino que intentaban matarlos.
Se trata de un teniente coronel y un sargento del GOPE, los que terminaron heridos por impactos de perdigones. El primero en la zona ocular y el segundo en sus piernas.
Lo anterior se dio en medio de cortes de ruta, donde, según informó el general Carlos González, jefe de la Zona de Control de Orden Público, los sujetos portaban bombas molotov, piedras y armamento de fuego.
Tras el episodio de violencia, el intendente Víctor Manoli rechazó el hecho y agregó que “nos hemos visto enfrentado a distintas situaciones de riesgo para la gente por el corte de ruta y barricadas en la ruta 5”.
“Esperamos que esto no tenga consecuencias fatales. Estuvimos conversando con el director del Hospital, quien nos ha entregado un informe preliminar sobre la situación del teniente coronel y esperamos que no sea de gravedad, pero sí hay a lo menos dos perdigones en la cercanía de un ojo”, afirmó.
“Como Gobierno lamentamos profundamente los hechos que han sucedido el día de hoy y respaldamos en todo su accionar a Carabineros”, agregó y llamó a la población a denunciar este tipo de hechos.
Por su parte, Pablo Urquízar, coordinador de la Macrozona Sur, calificó el ataque de “extremadamente grave” porque “no solo se intenta lesionar, sino que se intenta matar a dos carabineros. Un carabinero que resultó lesionado en el ojo y otro que resultó lesionado en su pierna”.
A su juicio, no solo se atenta contra una persona, sino que atenta contra “el alma de Chile, porque Carabineros representa el alma de Chile”.
Según argumentó, dichas acciones apuntan a inhibir la acción del Estado y de las policías. Por eso, anunció que se querellarán por homicidio frustrado y lesiones.
Las diligencias permitieron la detención de dos sujetos: Sergio Aníbal Quintriqueo Cariqueo, de 30 años de edad, y Leopoldo Rodomiro Fernández Collio, de 36 años de edad.
Ambos pasarán mañana a control de la detención, según dispuso la Fiscalía.
