Una mujer mantuvo al hijo que esperaba muerto por días en su vientre, pese a que en el Hospital Regional de Temuco le habrían asegurado que había abortado. La PDI y la Fiscalía investigarán una eventual negligencia médica.

Un mes después que en el Hospital Hernán Henríquez Araneva le aseguraran que había tenido un aborto completo, Daniela Leal Huenulao, botó en el baño de un consultorio el feto de cinco meses que aún mantenía en su vientre.

El esposo de la mujer, Víctor Pilcol, aseguró que el 4 junio acudieron de urgencia al Hospital Regional de Temuco, y que el médico que la atendió le confirmó que había perdido a su hijo, incluso le habrían asegurado que lo había botado en el sangramiento que presentaba.

Sin embargo, continuó con los malestares siendo atendida en dos oportunidades por profesionales del consultorio de la localidad de Labranza, por cólicos, hinchazón con fiebre, nauseas y vómitos.

El 3 de julio, luego de iniciar un nuevo sangramiento, fue al baño de este recinto y al sentir que algo caía entre sus piernas, recibió con sus manos el feto. Víctor Pilcol cuestionó los procedimientos médicos.

La PDI inició la investigación y el feto fue derivado al Servicio Médico Legal, cuya autopsia determinó que llevaba 7 días muerto. Eso significa que el 4 de junio, cuando le informaron que había abortado, no lo hizo.

Como los documentos emitidos por el Hospital Regional de Temuco confirmaban un aborto completo, en las atenciones posteriores se habrían pasado por alto los resguardos que se adoptan con una mujer embarazada, al momento de suministrar medicamentos.

El director subrogante del centro asistencial, Heber Rickenberg Torrejón, confirmó el inicio de una investigación.

De confirmarse que existió negligencia, él o los funcionarios responsables arriesgan sanciones propias del estatuto administrativo de funcionarios públicos, pero además la familia confirmó que llevarán el caso a los tribunales de justicia.