La absolución de Pablo Longueira en el caso SQM marcó su retorno a la esfera pública. Este martes se reencontró con buena parte de la derecha en una cena de camaradería, en un gesto público de respaldo tras la resolución de la justicia. La actividad fue organizada por un grupo transversal de dirigentes, exautoridades y figuras históricas, y se efectuó en el restaurante “Los Buenos Muchachos”.
Los organizadores de la cita señalaron, a través de la invitación, que Longueira “fue injustamente perseguido, en una batalla que duró más de 10 años”. Afirmaron que él y su familia “enfrentaron unidos la adversidad con valentía, fe y la convicción de que no podían transar hasta que la verdad llegara de la mano de la justicia”. Agregaron que “queremos que el cierre de tan odiosa persecución se concrete con Pablo rodeado del cariño de quienes estamos agradecidos”.
Durante el encuentro, Pablo Longueira se mostró visiblemente emocionado por la convocatoria. El exministro de Sebastián Piñera expresó su sorpresa por el acto de apoyo. “La verdad es que estoy impactado. No sé cómo llega tanta gente a hacer esto”, comentó. Sobre su rol en el futuro político, Longueira se definió como un instrumento. “Yo solo seré instrumento de unidad”, aseguró.
Frente a los desafíos que se avecinan, incluida la elección presidencial, Longueira planteó la necesidad de una coalición amplia. “El gran desafío que tenemos hoy es crear una alianza que le dé mayorías al gobierno de José Antonio Kast, que creo que triunfará”, declaró. Dijo que a partir de ahí se debe “crear una coalición lo más amplia posible que permita recoger el sentimiento de ese plebiscito del 62%”.
Un llamado a la unidad y al legado de Guzmán
Longueira remarcó la diversidad de la derecha y la necesidad de articularla. “La derecha chilena es muy diversa. Hay gente más conservadora, gente más liberal, hay gente que tiene sensibilidades muy distintas. Lo importante es que la pongamos todas esas sensibilidades al servicio de un proyecto común”, sostuvo. Para el exsenador, ese es el camino para evitar el péndulo político y lograr progreso.
Respecto a su participación personal en un eventual gobierno, Longueira fue claro en que no busca un cargo. “No, yo quiero ser muy honesto. Yo soy una persona que nunca ha pedido un cargo”, afirmó. Del mismo modo, explicó que es momento de ceder el paso a otras generaciones. “Nosotros somos coroneles y ya pasarán los generales de la derecha a gobernar este país”, señaló.
Al evaluar la candidatura de José Antonio Kast, Longueira destacó su conexión con los sectores populares. “Creo que él supo interpretar un sentimiento profundo de los sectores populares de Chile”, dijo. En esa línea, relató una anécdota en una población de San Bernardo donde residentes le contaron sobre la inseguridad y la extorsión. “Esto es lo que está viviendo el pueblo chileno”, reflexionó.
Para Longueira, el desafío central es el crecimiento económico con seguridad. “Nosotros podremos dictar las mejores políticas públicas que quisiéramos, pero si no hay crecimiento económico no tenemos cómo financiarlas”, argumentó. Concluyó que “José Antonio Kast es un gran líder para conducir ese gobierno” y que los cuadros de la derecha deben colaborar, no reemplazarlos.
Longueira, en otra parte de su intervención, vinculó a Kast con el legado de Jaime Guzmán. Recordó que Kast conoció al asesinado senador y fue parte del gremialismo en la Universidad Católica. “Por lo tanto, tenía un vínculo personal mayor”, señaló. Por lo que hizo un llamado a quienes provienen de la UDI a mantener claridad sobre sus orígenes comunes.
El histórico dirigente cerró sus reflexiones diciendo que “estamos viviendo una emergencia como nación y ojalá esa unidad que se ha expresado estos días se mantenga al servicio de todos los chilenos”, sentenció.
Voces de apoyo en cena de desagravio a Longueira
Otros asistentes, como Hernán Larraín calificó la cena como “un acto de justicia”. Respecto al proceso judicial, comentó que “la verdad es que Pablo fue objeto de una persecución inexplicable, pero sobre todo de un juicio mal hecho, porque duró eternamente”.
Asimismo, Larraín expresó su deseo de que Longueira retome un rol político. “Tiene mucho talento, tiene mucha visión y nos hacen falta gente con esas capacidades”, indicó.
Consultado sobre si la UDI podría ser absorbida por el Partido Republicano, Hernán Larraín fue enfático en decir que “no, la UDI no va a ser el Partido Republicano”, afirmó. A renglón seguido, sostuvo que el partido tiene una fuerza propia y un compromiso social distintivo.
Sobre el liderazgo de Longueira, aseguró que “nunca se perdió el liderazgo de Pablo”. Agregó que espera que la UDI y otros partidos que apoyan a Kast participen de su gobierno.
En tanto, Francisco Undurraga, otro de los presentes en la cena, se refirió al futuro de la centroderecha. “Lo más importante en este minuto es concluir bien el proceso electoral”, afirmó. Ante ello, hizo un llamado a “entender como Chile Vamos, qué nos ha pasado, qué es lo que dejamos de hacer. Por qué hemos fracasado en dos carreras presidenciales”.
Para Undurraga, el foco debe estar en que Kast sea presidente. “Si le va bien al presidente, le va a ir bien a todos los chilenos”, concluyó.
Herman Chadwick también compartió su mirada sobre la cohesión de la derecha. “Me merece los mejores recuerdos de lo que fue la centroderecha en Chile”, dijo al inicio de sus declaraciones. Sobre la posibilidad de que Jaime Guzmán hubiese apoyado a Kast, Chadwick mostró cautela. “Nadie puede decir cómo habría votado Jaime Guzmán. Él no está aquí como para defenderse”, cerró.
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