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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El exministro de Justicia, Hernán Larraín, defendió el nombramiento de Verónica Sabaj como ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, afirmando que fue fruto de un \"análisis serio sustentado en el mérito\". Larraín lamentó que los nombramientos judiciales estén en titulares por filtraciones y no por un sistema de designaciones transparente. A pesar de las críticas por la supuesta intervención de Luis Hermosilla en su elección, Larraín insistió en que la decisión fue tomada sin injerencias externas y criticó un sistema de nombramientos discrecional y opaco que abre espacio a la sospecha.

El exministro de Justicia, Hernán Larraín, abordó los cuestionamientos al nombramiento de Verónica Sabaj como ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, tras revelarse chats de la jueza con el imputado abogado Luis Hermosilla. Al respecto, aseguró que su elección fue fruto de un “análisis serio sustentado en el mérito”.

En una carta enviada a La Tercera, el otrora secretario de Estado del segundo gobierno de Sebastián Piñera, partió lamentando que “el tema de los nombramientos judiciales cope los titulares de la prensa por otra filtración y no porque se haya aprobado un sistema de designaciones que evite los graves problemas existentes”.

Así, se refirió a lo conocido respecto a Sabaj, justificando el rechazo generalizado a una supuesta intervención de Hermosilla para su nombramiento y el intercambio de información de juicios con este. No obstante, pidió “distinguir y precisar algunos aspectos”.

“Siendo entonces ministro de Justicia y habiendo participado en su elección por el Presidente Sebastián Piñera de la terna propuesta, quiero señalar de forma enfática que dicha opción (acertada o equivocada) fue resultado de un análisis serio sustentado en el mérito de los postulantes, sin injerencia externa“, aseguró.

En ese sentido, Larraín dijo que “duele que una simple mención en redes sociales, sin más, sirva para condenarla (la decisión)”. Razón por la que insistió en su crítica a un sistema de nombramientos “discrecional, opaco, y sin fundamentos, que abre espacio a la sospecha por esa sola circunstancia y también por la existencia de situaciones donde se han producido intromisiones indebidas”.