Carlos Quezada representó a Urrutia en diferentes casos, como en la querella contra el exdiputado Mario Desbordes, mientras que también defendió a un narcotraficante a quien el propio juez le dio beneficios intracarcelarios.

La polémica por el actuar del juez Daniel Urrutia, del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, quien ordenó entregar beneficios a reclusos de alta peligrosidad, sigue escalando, y ahora el ministro de Justicia Luis Cordero adelantó un posible conflicto de interés en el caso.

Cabe recordar que Urrutia falló a favor de 13 reos, a quienes les otorgó una serie de beneficios, como videollamadas y visitas íntimas.

Al respecto, en conversación con radio Universo, el ministro Cordero comentó que “por la responsabilidad del cargo que tengo y como tenemos una disputa pendiente respecto a la resolución judicial, lo que a mi más me importa es garantizar la máxima seguridad del establecimiento. Algunas de esas comunicaciones permitidas (por el juez Urrutia) son precisamente las que se buscan evitar en la máxima seguridad”.

Agregó que se quiere mantener “focalizando” en su tarea como ministro y que “no corresponde en estos momentos”, que la situación se transforme en “una disputa con un juez con nombre y apellido”.

A esto, agregó que “el atributo central de la función jurisdiccional, es la independencia judicial y eso es lo que justifica que le reconozcamos la independencia y que le reconozcamos la inamovilidad a un juez. Por eso los estándares que le exigimos a los jueces para el desempeño de su nivel jurisdiccional, deben ser mayores o superiores a las de cualquier otro funcionario público”.

Pero los permisos y beneficios entregados a reos peligros, algunos vinculados a la banda criminal de origen venezolano, Tren de Aragua. A esto se suma que el juez Daniel Urrutia otorgó el beneficio de visita íntima con su pareja al interno Rafael Marín Vielma, con quien comparte como abogado a Carlos Quezada Orozco.

El defensor es profesional titulado en 2001 en la Universidad Andrés Bello, y que ha representado al magistrado en diferentes causas.

Carlos Quezada representó a Urrutia en 2023, cuando el juez se querelló contra el exdiputado Mario Desbordes, que lo calificó de “activista político” y que “liberaba delincuentes”, querella que fue desestimada por tribunales.

También lo representó en 2020, cuando Urrutia se querelló contra un hombre que lo amenazó de muerte en redes sociales, y la semana pasada asumió su defensa en otra querella por el mismo tipo de amenazas.

Respecto a Rafael Marín Vielma, imputado por narcotráfico, Quezada fue su defensor privado por una causa por tráfico a España en 2020, donde fue condenado a 15 años de prisión. Además era reincidente, pues fue condenado a siete años de prisión por el mismo delito, pero por un hecho ocurrido en 2016 en Antofagasta. Fue por esta causa, que Urrutia ordenó la visita íntima.

En cuanto a esta información el ministro Luis Cordero aseguró que “la nota a la que usted hace referencia, es una nota que al menos pone en riesgo la condición de independencia”.

“Para evaluar en concreto un caso de conflicto de interés, yo creo que es conveniente tener todos los antecedentes, pero es evidente que hay un principio que podría generar una hipótesis de conflicto de interés”, aseguró Cordero y agregó que “es conveniente” que la situación sea aclarada tanto por “el juez Urrutia como su abogado”.

Sin embargo, agregó que “a mí me parece inconveniente, por el contexto en el que estamos y por la naturaleza de la función jurisdiccional”.