"El Gobierno de Chile llama, una vez más, al cese inmediato de las operaciones militares por parte de todos los actores involucrados", señaló la Cancillería.

El Gobierno de Chile pidió el cese de los bombardeos de Israel en Rafah, donde se encuentra una gran cantidad de desplazados por la guerra en la Franja de Gaza.

Así lo señaló en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde enfatizó en la operación militar terrestre de las fuerzas israelíes en dicha zona.

“El Gobierno de Chile hace un llamado al cese inmediato de bombardeos por parte de fuerzas israelíes en Rafah, área en que se concentran más de un millón y medio de civiles palestinos”, indica el texto.

“Asimismo, observa con suma preocupación el anuncio realizado por autoridades de Israel sobre una operación militar terrestre en dicha zona”, agrega.

En esa línea, Chile hizo un llamado a cumplir las medidas provisionales dispuestas por la Corte Internacional de Justicia el pasado 26 de enero, en que se instruye a Israel tomar todas las acciones a su alcance para impedir la comisión de los actos contemplados en la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio, adoptando medidas inmediatas y efectivas que permitan la prestación de servicios básicos y el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza.

“Finalmente, el Gobierno de Chile llama, una vez más, al cese inmediato de las operaciones militares por parte de todos los actores involucrados”, enfatiza.

“De igual forma, reitera su oposición a acciones que conlleven un desplazamiento forzoso de la población palestina, tanto dentro del territorio de Gaza como fuera de él”, concluye el comunicado de Cancillería.

Cabe destacar que el Ejército israelí atacó con artillería la ciudad de Rafah, donde se encuentra la mayoría de los casi dos millones de desplazados por la guerra.

Además de esta ofensiva, los bombardeos también han aumentado significativamente en esa área fronteriza con Egipto desde el viernes, cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció una inminente incursión terrestre como la que ya ha ocurrido en el norte, centro y otras partes del sur del enclave palestino, donde las tropas israelíes se han enfrentado cuerpo a cuerpo con milicianos del grupo islamista Hamás.

En cuatro meses de guerra, hay ya 28.473 muertos y 68.146 heridos, la mayoría niños y mujeres, según las autoridades sanitarias gazatíes, mientras que los supervivientes, entre ellos cerca de dos millones de desplazados (casi la totalidad de la población), enfrentan el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la persistente escasez de agua potable, alimentos -con niveles que rozan la hambruna- así como de medicinas y electricidad.