De momento el Gobierno espera que Contraloría tramite el decreto supremo que pueda dar paso a esta medida, que pudo volverse realidad tras la aprobación de la ley de infraestructura crítica.

Efectivos militares ya cursan las capacitaciones necesarias para poder relacionarse con población civil ante el inminente despliegue de fuerzas a la frontera norte, con la aprobación de la ley de infraestructura crítica.

Esto lo señaló el diputado Tomás Hirsch (Acción Humanista) en base a información entregada el lunes por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en el comité político ampliado.

“Sin duda que la capacitación de militares para este tipo de tareas que no son las propias es fundamental”, aseguró.

“Tienen que tener capacitación en términos de cómo relacionarse con población civil, pero el Gobierno nos ha asegurado que están en capacitación, que Carabineros está colaborando. Así nos informó explícitamente el subsecretario”, comentó.

Todo esto en momentos en los cuales el decreto supremo ya está en manos de la Contraloría, que entre este miércoles y mañana jueves debería decidir qué hacer: si tomar razón o devolverlo a La Moneda, para que esta vuelva a presentarlo subsanando las modificaciones realizadas.

El despliegue de las Fuerzas Armadas apunta a su colaboración en el control fronterizo en medio de la ola migratoria desatada en la Macrozona Norte, específicamente en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.

Los bordes del despliegue militar en el norte

Pero el despliegue viene con bordes. Siete, para ser precisos, a modo de evitar a toda costa el uso de la fuerza.

Para el Gobierno, el segundo objetivo de la medida es resguardar los Derechos Humanos de quienes vayan a enfrentarse a militares chilenos.

Así, los seis primeros pasos (empleo disuasivo de vehículos, identificarse como parte de las FFAA o de Orden, uso disuasivo de granadas de humo, gas pimienta o lacrimógenos; ocupar bastones o dispositivos eléctricos, acudir a armamento antidisturbios y preparar arma de fuego con intención de usarla) apuntan a evitar el uso de la fuerza y las armas.

Justamente el séptimo paso dice relación con “disparos de advertencia sin apuntar a las personas”.

Con todo, el trabajo a realizar también contempla que, siguiendo todas las directivas, las FFAA puedan controlar identidad, registrar vestimenta o autos e incluso detener personas para que estas sean puestas a disposición de las policías.

¿Cómo van a actuar?

Todo lo anterior ha puesto en el debate justamente cómo actuarán los efectivos una vez que lleguen a la frontera, teniendo en cuenta los siete pasos que deben cumplir en caso de problemas o tensiones.

Uno de los que se manifestó confundido fue el exministro de Defensa Mario Desbordes, que cree que no se le debe mentir a la gente ya que los militares no podrán cerrar la frontera.

“Los obliga a mirar 400 cosas antes de revisar un vehículo. ¿Por qué tanto problema para revisar un vehículo de alguien que viene ingresando a Chile?”, inquirió.

Por otro lado Francisco Vidal, también exministro de Defensa, cree que se debe esperar a ver cómo se aplica la medida.

“Antes de decir qué falta o sobra veamos cómo queda y si hay deficiencias se modificará el reglamento”, partió.

“Pero lo que veo hasta ahora es una disposición del Gobierno de usar a las FFAA en un sentimiento grande de la ciudadanía, que es el control de la migración irregular”, agregó.

En las FFAA hay militares acostumbrados al roce con la población civil, esto de la mano de los estados de excepción – por ejemplo – en la Macrozona Sur.

No obstante, ahora que ingresarán de lleno a labores fronterizas en el otro extremo del país, se debe preparar a las unidades y efectivos que no hayan pasado por ese tipo de experiencia laboral anteriormente.