Han pasado cuatro días desde que comenzó este proceso del segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones, y aunque aún no hay una cifra más actualizada, en solamente los dos primeros días un 47% de los afiliados al sistema que están habilitados para el trámite lo hicieron.

Estamos hablando de casi la mitad, y tomando en cuenta que los primeros pagos deberían llegar a contar de este jueves, lo más seguro es que la gran mayoría de las personas hicieron su solicitud este fin de semana.

El balance ha sido positivo, pero escuchamos el viernes al gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, reiterando los efectos que tuvo el primer retiro del 10%.

Sobre este segundo retiro en particular, las proyecciones hablan de unos 4 millones de personas que quedarán sin ningún tipo de ahorro para su pensión, cerca del 35% de todos los cotizantes del sistema. Dicho de otra manera, más de 3 de cada 10 afiliados.

Hubo también el fin de semana un estudio de la subsecretaría de Previsión Social, que apunta especialmente a los afiliados sobre 50 años. Se dice que, en total, casi 200 mil quedaron sin saldo con el primer 10% y más de 320 mil tienen saldos bajo 35 UF, por lo que podrían retirar todo. En ese escenario, un 18% de todas las personas en este tramo quedarían sin ahorros para su jubilación.

El superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, también hizo una crítica política comparando la premura con la que se tramitaron los proyectos sobre retiro de fondos, con la reforma a las pensiones que lleva ya dos años en el Congreso.

El jefe del regulador advirtió que, con este hoyo previsional de 35 mil millones de dólares que salen del sistema, urge acelerar cambios que beneficien sobre todo a la clase media.

En la base de lo que se está discutiendo en el Senado está la cotización adicional y cambios en el sistema, pero el economista e investigador del centro de estudios Libertad y Desarrollo, Felipe Berger, considera que la gradualidad será un factor a evaluar en cualquier reforma, donde se tiene que tomar en cuenta la presión que significa al mercado laboral, las cuentas fiscales y la reactivación económica.

En el Senado, donde está la reforma, la oposición está proponiendo que los seis puntos de cotización adicional vayan en forma íntegra a un sistema de ahorro colectivo, que garantiza una rentabilidad predefinida con criterios como el salario promedio del cotizante y de los aportantes.

El presidente de la comisión de Trabajo, el socialista Juan Pablo Letelier, cree que el tiempo ya se agotó y si no hay una respuesta del Gobierno y Chile Vamos a esa idea, lo que viene aprobado por la Cámara se someterá a votación, sin tener un respaldo mayoritario, de aquí a enero.

En el Gobierno dicen que la reforma es una prioridad y, el domingo, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en entrevista con La Tercera, insistió en que al menos una parte de esos seis puntos tienen que ir a un componente de ahorro individual con rentabilidad real.

Y aunque el jefe de la cartera reconoce que el escenario es más complejo, descartó que el tercer retiro implique desechar la reforma, cuyas negociaciones, dice, pretenden retomar a la brevedad.