Ya sea por desperfectos mecánicos o por la antigüedad de las máquinas, hoy decenas de autos se encuentran apostados en las calles de la Región Metropolitana (RM) acumulando polvo, situación que genera más de un dolor de cabeza para vecinos y autoridades comunales.

Un problema que se arrastra por años en ciudades como Iquique o Punta Arenas, pero fenómeno reciente en la capital. Un ejemplo de lo anterior ocurre en Providencia, donde en enero de 2019 había más de 114 vehículos abandonados en la calles.

“Desde inicios del año pasado, comenzamos un importante trabajo para detectar y sacar de las calles de la comuna a los vehículos que llevaban muchos años abandonados, logrando retirar más de 100 automóviles en este período”, dice Evelyn Matthei, edil de Providencia.

Y agrega: “Esto se ha traducido en que los vecinos no sólo tienen más espacios para estacionar sus vehículos, sino también una mejora del entorno, prevención de focos de insalubridad, mejor circulación de los vehículos y a evitar hechos delictuales”.

Según datos municipales, al 30 de noviembre de 2020 se mantienen 21 autos en situación de abandono en Providencia, lo que mantiene trabajando a las autoridades para erradicarlos.

¿Quién puede retirar?

El inciso primero del artículo 156 de la ley N° 18.290, de Tránsito, sostiene que “Carabineros de Chile e Inspectores Fiscales o Municipales podrán retirar los vehículos abandonados o que se encuentren estacionados sin su conductor, contraviniendo las disposiciones de esta ley, enviándolos a los locales que, para tal efecto, debe habilitar y mantener la municipalidad”.

Algunas comunas, como Providencia, cuentan con aparcadero propio, pero de las 32 que componen la Provincia de Santiago, 21 municipios están suscritos a Custodia Metropolitana, empresa que presta los servicios de retiro, traslado y resguardo de vehículos. Esto, en el marco de un contrato firmado con el MOP que concesionó el servicio.

César Rojas, coordinador del área Jurídica de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch), asegura que el hecho ha significado “un avance pero no con la efectividad que se esperaba en este tema en los retiros, porque se demoran igual un tiempo”.

Lento, lento

Ingresado el vehículo al aparcadero hay que esperar en la actualidad “a lo menos un año para recién ahí iniciar eventualmente un proceso de subasta pública o remate”, agrega el coordinador.

Este proceso, dice además Rojas, produce demoras por lo que “no es tampoco llamar a un martillero y hacerlo, hay que generar unas bases y licitar”. En caso de ser municipales o concesionados, se realiza el mismo procedimiento, solo que en este último lo hace el concesionario.

“En el caso del Metropolitano de Santiago -Custodia Metropolitana- también lo mismo: liquidan, hacen ellos todo el proceso, y después le entregan al municipio lo que pudiera eventualmente quedar en esa liquidación. Ahora, habitualmente estos vehículos no generan mayores ingresos a los municipios porque se venden casi por chatarra y van a parar a desarmes”, dice César Rojas.

A nivel de agrupaciones, tanto en la Amuch como en la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) no existe un catastro a nivel nacional de cuántos autos se encuentran en dicha condición, sino que sostienen que esto se trabaja a nivel local, por municipio.

Los tiempos que se demora el proceso generan que se vayan acumulando máquinas en los corrales o en los concesionarios, por lo que en enero de 2019 la, en ese entonces, diputada RN Marcela Sabat ingresó un proyecto de ley (Boletín N°12429-15) para disminuir los tiempos y realizar en un menor plazo las subastas.

En los motivos del proyecto se argumenta que “los procesos de despeje y salida de los vehículos motorizados desde los corrales municipales es demasiado lento, pues se debe sujetar a las reglas ordinarias de prescripción, permitiendo de esta forma un actuar ajustado a la legalidad para llevar a cabo remates o ventas forzosas de los vehículos que evidentemente han sido abandonados”.

La indicación pretende introducir a la Ley de Tránsito que “transcurridos seis meses desde que los vehículos retirados de circulación se encuentren en los locales municipales destinados para su almacenamiento, los municipios podrán disponer de los mismos en pública subasta”, acortando su estadía en corrales municipales o concesionados.

La parlamentaria explica que en su oportunidad, noto que “una custodia Metropolitana a su máxima capacidad, desbordada y sin dar abasto para recibir más vehículos, realidad que se produjo por el aumento del parque automotor, y por el gran número de autos dados de baja por antigüedad, accidentes u otros factores”.

Y agrega: “Los autos que permanecen en las calles sin ser retirados, se están convirtiendo en un foco importante de delincuencia, plagas, y una forma especial de contaminación para nuestras ciudad. Los vecinos y las municipalidades están cansadas, y debemos hacernos cargo”. Este proyecto de ley actualmente se encuentra en primer trámite constitucional y no registra avances desde su ingreso.

Sobre el plan que ha llevado adelante Providencia, la exdiputada destaca la iniciativa, pero también dice que “debemos tener a la vista que no todos los municipios tienen los mismos recursos, por lo que necesitan un nuevo marco jurídico que los ayude a solucionar esta problemática que se da en cientos de comunas de Chile”.

César Rojas, por su parte, dice que este proyecto de ley “agilizará” el trámite. “Evidentemente te va a obligar a agilizar los trámites, porque si el municipio sabe que tiene un año para ir verificando datos, antecedentes, aquí lo puede hacer más rápido”, dice.

Pero, ¿cómo denuncio esta situación? En palabras del coordinador del área Jurídica de la Amuch, si una persona se ve afectada esta tiene “la posibilidad de ir a la municipalidad o hacer hoy día a través del computador, hacer la denuncia para que concurran y retiren el vehículo o pide que lo retire dependiendo si está o no con aparcadero o corral municipal propio o está concesionado”.

Factores

Según el último informe de mercado de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), el pasado mes de noviembre se comercializaron 29.486 unidades nuevas de vehículos livianos y medianos, cifra que significa un alza 21,5% comparado con el mismo periodo de 2019.

Lo anterior, se traduce en una mayor facilidad de acceso a este tipo de bienes, lo que para César Rojas es uno de los factores que explicaría el por qué del abandono de autos en las calles.

“Cada vez hay autos más nuevos en Chile y se ha ido desechando… las personas dicen que en vez de arreglar el auto, mejor queda botado y se compran otro nuevo más chico, pero es un auto más nuevo (…). El grueso de esos vehículos están en condiciones inservibles. O sea, no es un vehículo que era utilizable”. dice.

Junto a lo anterior, agrega que esto “viene desde la época en que se perfecciona el tema de obtener permisos de circulación previo a tener las revisiones técnicas. Yo creo que ahí hay un tiempo en que se produce un quiebre entre aquellos que tenían autos muy antiguos y que repararlos era muy caro porque no iban a pasar estas revisiones técnicas y todo ese tema”, finaliza.