Durante este martes el Ministerio del Interior sostuvo una reunión con Cancillería y la cartera de Defensa con motivo de revisar la política migratoria en el marco de la tramitación del proyecto de ley de modernización migratoria.

En ese sentido, el ministro del Interior, Víctor Pérez, señaló que la reunión se gestó, entre otros, para expresar y reiterar la política migratoria del presidente Sebastián Piñera, detallando que ésta debe ser ordenada, segura y regular.

Asimismo, hizo énfasis en indicaciones del Senado: “La oposición ha incorporado dos indicaciones que alteran sustancialmente ese concepto y (…) —de aprobarse en definitiva esas indicaciones— pasaríamos verdaderamente a una política migratoria desordenada, irregular y muy poco segura”.

Según señaló, en los años 2016 y 2017 la política migratoria se trastocó, indicando que entraban al país día a día —dijo— miles de personas de origen haitiano. Explicó que además de afectar a la población chilena en cuanto empleo, también estas personas fueron sometidas a situaciones de indignidad.

“Estas indicaciones que ha presentado la oposición quieren replicar esa situación con los haitianos y ya la vivimos, y eso es perjudicial para Chile, eso eso es perjudicial para los chilenos y eso es perjudicial para los migrantes”, sostuvo.

En esa línea, el ministro Pérez realizó un llamado al Senado para que en la discusión en Sala sobre el proyecto de modernización migratoria aprueben “las normas que ha propuesto el Gobierno y (…) a rechazar esas normas de turismo laboral que lo único que hacen es replicar una experiencia fracasada y dolorosa”.

En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, explicó que el principal foco de la reunión fue discutir sobre la tramitación de la iniciativa que moderniza la política migratoria, y por otro lado, indicó que proyectan una alta llegada de migrantes.

“Estamos o vamos a tener que enfrentar con casi total seguridad una presión migratoria desde el exterior particularmente fuerte”, indicó.

Agregó que hoy existen estimaciones que “apuntan incluso a que esa presión migratoria podría superar las 500 mil personas producto de los devastadores efectos que ha tenido la pandemia en los países vecinos y particularmente también en los países de la región”.

“En Chile tenemos hoy un millón y medio de migrantes de los cuales un millón ingresaron en los últimos 4 años, pero el 90% de esos migrantes ingresaron al país con autorización turista”, adujo.

Finalmente, señaló que “obviamente que ahí hay una situación que no es concordante (…) con una migración ordenada, segura y regular”.