Durante diez años, una empleada de la empresa Sodexo transfirió a su cuenta personal, burlando la seguridad de la firma, una suma superior a $698 millones.

Los hechos quedaron al descubierto a raíz de una sospecha interna y validada con un informe de la auditora Deloitte, fechado en enero de este año.

A raíz de lo anterior, Sodexo interpuso una querella criminal por el delito apropiación indebida ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, en contra de “Nigidia”, quien habría ejecutado un plan para quedarse con el dinero.

Lea la querella

La acción legal revela que la mujer -despedida en agosto de 2019- habría solicitado las validaciones al Banco Santander, sin que la casa financiera sospechara, ni menos Sodexo, de sus intenciones. Dentro de las fórmulas usadas por la dependienta, estaba el pago a supuestos proveedores que no eran tales.

“En un principio Banco Santander informó que dichas sumas fueron pagadas mediante vale vistas cobrados en sucursal, pero luego rectificó, confirmando que se trataba de transferencias hechas electrónicamente vía vale vista a través de la plataforma de Office Banking o a través de aprobaciones vía cartas de contingencias, todas, con pago a la cuenta corriente de la Sra. (Nigidia)”, detalla el libelo.

Deloitte realizó una auditoría forense a la firma y descubrió varias cosas. La empleada, para apropiarse de dicha suma realizó 297 transferencias, usando una figura conocida como “carta de contingencia” -que contenía la firma del apoderado bancario de la empresa- y que permitía apurar la liberación de fondos desde el Banco Santander.

Sodexo solicitó a la Fiscalía Oriente que la Brigada de Delitos Económicos de la PDI indague los hechos para establecer la responsabilidad penal de la mujer. Sin embargo, ahora será la justicia la que deberá determinar los hechos denunciados en la querella.

Modus operandi usado en Sodexo, que sería similar al usado por Elías Lillo, un empleado del Banco de Chile que desde 2008 a 2018 se apropió, solo usando la computadora de su escritorio, de 2.200 millones.

Lillo confesó su participación en el ilícito en las entrevistas que concedió en 2019 tanto a la Revista Sábado de El Mercurio, como también a Chilevisión.

El exempleado reconoció que la plata se la gastó en viajes, contrato de escorts, cenas en restoranes de alto valor, entre otros.

La Fiscalía Centro Norte lo formalizará por el delito de estafa inicialmente el próximo 3 de abril.