“Ulises se ató al mástil de un barco y se puso trozos de cera en las orejas para evitar caer en la trampa… la sirena llama”.

Así, invocando el clásico mito, el presidente Sebastián Piñera subrayó su lucha contra los demagogos y aseguró, en entrevista con el diario británico especializado Financial Times, que en su Gobierno están “dispuestos a hacer todo por no caer en el populismo”.

Para reafirmar ese punto, realizó una breve repaso de la situación latinoamericana. “Argentina y Paraguay están en recesión, México y Brasil están estancados, Perú y Ecuador en una profunda crisis política y en este contexto, Chile parece un oasis porque tenemos una democracia estable, la economía está creciendo, estamos creando empleos, estamos mejorando los salarios y estamos manteniendo el equilibrio macroeconómico… ¿Es fácil? No, no lo es. Pero vale la pena luchar por eso”.

Sin embargo, en medio de este escenario, defendió a su amigo y presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien se encuentra en un complejo escenario electoral, ya que -según las encuestas- perderá la reelección por amplio margen el próximo 27 de octubre.

“Macri es un buen tipo. He sido muy buen amigo de él durante muchos años”, dijo, pese que un asesor le habría sugerido que ese comentario no fuera citado.

Eso sí, de todo modos señaló las marcadas diferencias entre la economía de Chile, de buen desempeño, versus los problemas que enfrenta el país trasandino.

De paso, puso sobre la mesa sus objetivos para Chile: construir una economìa del conocimiento, mediante mejoras a la educación, inversión en ciencia y tecnología, y modernizar el Estado; además de convertir a Chile en paìs desarrollado, con un 50% más del Producto Interno Bruto (PIB) registrado en 2018.

Entre otros indicadores econónomicos, apuntó a que las tasas de crecimiento en la administración de Michelle Bachelet promediaron el 1,7%. “Hoy estamos en 3,25, el doble, pero todavía estamos muy lejos de alcanzar la tasa de 5% o 6%”, admitió.