La tarde de este miércoles, desde el Congreso, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, se refirió a la muerte del suspendido juez de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Marcelo Albornoz.

En esa línea, lamentó su fallecimiento, el que ocurrió tras dispararse con un arma de fuego; envió sus condolencias tanto a la familia como al Poder Judicial y dijo esperar que situaciones como estas no vuelvan a ocurrir.

“Los caminos de la conciencia humana son siempre insondables y estos hechos nos hablan que, al ser expuestos, al ser sancionados duramente, las personas quizás reaccionan de maneras insospechadas”, dijo.

“Consideramos muy doloroso lo que ha ocurrido, particularmente porque se da en circunstancias muy difíciles, en medio de una dura investigación a raíz de la crisis que existe en el Poder Judicial en la Corte de Rancagua”, añadió el ministro.

Albornoz era uno de los tres jueces para los cuales el Pleno de la Corte Suprema abrió un proceso de expulsión por faltas a la probidad, actuar que fue valorado desde el Gobierno.

De esta manera, Larraín recalcó la importancia de la señal del máximo tribunal puesto que “todos los hechos” indagados “son gravísimos, por lo que espera que la situación se pueda esclarecer “para evitar situaciones tan dolorosas como la que ha sufrido el ministro Albornoz”, que lo llevó “a dar un paso muy doloroso”, añadió.

Sumado a lo anterior, Larraín aseguró que para que hechos como este no vuelvan a ocurrir se debe “recuperar en todas las instituciones una conducta ética, proba, intachable” y que ,pese a que no lo conoció en persona, igual le duele su partida.

“Por eso debemos hacernos cargo que las personas, las autoridades, deben tener especial celo por esta conducta moral (…), intachable, para asegurar la confianza”, finalizó el titular de Justicia.

Desde el tribunal de última instancia, su vocero, el ministro Lamberto Cisternas, señaló que este no es “el mejor momento para hacer especulaciones” y confirmó que el deceso de ALbornoz ocurrió luego que éste se disparó con un arma de fuego en su domicilio en la capital de la región de O’Higgins.