El papa Francisco instó al arzobispo español Celestino Aós, nuevo administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santiago, a “construir un futuro diferente” para la Iglesia en el país, azotada por los escándalos de abusos sexuales perpetrados por curas.

Aós, que se reunió a solas por más de una hora con el pontífice el viernes en el Vaticano, aseguró este lunes a la prensa que tuvieron una conversación “cordial” sobre muchos temas, entre ellos “la herida por los abusos de algunos hermanos”, así como sobre las víctimas de ellos.

Se trató de la primera reunión que Aós celebra con el sumo pontífice después que fuera nombrado el 23 de marzo como reemplazo del cardenal Ricardo Ezzati, a quien Francisco le aceptó la renuncia en medio de la polémica por las acusaciones de encubrimiento en su contra.

Para el religioso capuchino, de 74 años, el Papa sabe que “la Iglesia de Chile vive un momento de mucho dolor, de dificultad y también de exigencia”, por lo que será sometida a una serie de “cambios”, con nuevos nombramientos de obispos y auxiliares.

“Lo que me dijo -y aprovecho para enviar ese mensaje porque así me lo pidió- es que miremos hacia adelante, que ciertamente el pasado interesa, pero que miremos hacia adelante con fe y esperanza”, añadió.

Indemnizaciones y confidencialidad

Celestino Aós, encargado por Francisco de cambiar el rumbo de la Iglesia chilena, también mantuvo una serie de reuniones con diferentes congregaciones, entre ellas la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Clero.

Igualmente conversó con uno de los expertos sobre el tema, el cardenal estadounidense Patrick O’Malley, símbolo de la lucha contra la pederastia dentro de la milenaria institución.

“Tiene experiencia y me ha contado lo que hizo en Boston. Lo que le resultó, lo que implementó”, comentó.

La Arquidiócesis de Boston pagó millonarias indemnizaciones para compensar los abusos, algo que podría repetirse en Chile.

“Indudablemente nosotros tendremos que cumplir las resoluciones de la corte y de los juzgados en la medida de lo posible”, adelantó.

El religioso no sabe aún si va a tener que vender propiedades de la institución como se hizo en Estados Unidos.

Aós también tiene programado reunirse el martes con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, autor del informe sobre los abusos sexuales cometidos por curas chilenos.

El informe, de 2.300 páginas, contiene una parte que es confidencial y que podría incluir informaciones importantes para algunas de las investigaciones judiciales en curso.

“El Papa lo que sí me dijo es que en esos casos, si los fiscales piden concretamente algo, el Papa estudiará cada caso y levantará si es necesario el secreto pontificio y ofrecerá toda la colaboración e información que pueda darse”, explicó a propósito del debatido tema sobre la colaboración con la justicia.

“Esa es su mentalidad, no juega una doble carta”, resumió Aós.

“Hay voluntad sincera tanto con los que piden el informe como con los que entregaron su propio testimonio”, explicó al mencionar el compromiso de respetar la confidencialidad dada.

La justicia chilena tiene abiertos actualmente 158 casos de denuncia de abuso sexual en contra de miembros de la Iglesia, que involucran a 241 víctimas, de las cuales 123 eran menores de edad en el momento de los hechos.

En marzo, la Iglesia chilena fue condenada a indemnizar con $300 millones a tres víctimas de abusos sexuales perpetrados por el exsacerdote Fernando Karadima, protagonista del caso que sacó a la luz la cultura de abusos del clero que el papa Francisco espera acabar.