Los Padres de Schoenstatt reiteraron que entregarán toda la colaboración a la justicia para establecer la verdad en los casos de abuso sexual contra menores que pesan sobre el exsacerdote Francisco José Cox.

Recordemos que el exreligioso, quien fue destituido de sus labores sacerdotales por el papa Francisco, retornó a nuestro país procedente de Alemania para enfrentar acusaciones en su contra por abuso de menores.

Tras 17 años en Alemania, el exobispo de 85 años regresó el domingo luego de realizarse exámenes que determinaron que estaba en condiciones de retornar para enfrentar las denuncias de pederastia en su contra, cuando cumplía funciones de arzobispo de La Serena entre 1990 y 1997 y por las que la justicia abrió un proceso.

Las acusaciones en contra de Cox datan de la década de los noventa cuando, presionado por las denuncias de pedofilia, presentó su renuncia al cargo de arzobispo de La Serena ante el entonces papa Juan Pablo II.

Las denuncias contra Cox no cesaron y en 2002 fue sacado de Chile y trasladado a Alemania, donde vivió bajo oración y penitencia, además de ayuda psiquiátrica. Diez años más tarde, el papa Francisco lo destituyó de toda labor sacerdotal.

En ese contexto es que la próxima semana será clave para los denunciantes, quienes conocerán si sus denuncias están en el sistema antiguo o en el actual.

Uno de sus denunciantes, Hernán Godoy, dijo esperar que a pesar de la prescripción, los eventuales crímenes no queden impunes.

“Esperar que la justicia actúe, que se pase por alto la prescipción de los delitos, no puede quedar impune Cox”, señaló Godoy.

Pero también recordó las acusaciones de encubrimiento, tanto de dentro como fuera de la iglesia, entre ellos por parte del entonces arzobispo de La Serena, Bernardino Piñera, a quien apunta como observador y conocedor de los delitos sexuales contra menores de edad.

“Siempre he hablado de Bernardino Piñera, él veía cuando Cox nos abrazaba, nos daba besos en la boca, nos tocaba el trasero, y Bernardino Piñera era el arzobispo de La Serena”, relató.

ARCHIVO | Diario El Día
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El vocero de los Padres de Schoenstatt, el sacerdote Patricio Moore, reiteró que colaborarán entregando antecedentes, si así lo requiere la justicia. En ese sentido, Moore detalló que lo que buscan es que se sepa la verdad en este caso y consideró que la iglesia actuó tarde y que por lo tanto todos tienen algo de responsabilidad.

“Nosotros lo que queremos es que se sepa la verdad y ser lo más trasparente posible. Todos tenemos algo de culpa, la iglesia reaccionó tarde”, admitió.

“Nosotros por supuesto somos los encargados de él (Cox) y vamos a poner todo a disposición de la justicia. Lo que pasa es que él no es autovalente, solamente se puede mover en silla de ruedas, además tiene todos los días que inyectarse insulina, entonces necesita a alguien que lo pueda cuidar”, detalló.

Por su parte, el obispo emérito de La Serena, Manuel Donoso, valoró que Cox tenga que enfrentar a la justicia y dijo que los casos por los que se le acusa eran conocidos por todos, incluso por la policía, pero que él en su paso por el Arzobispado no recibió nunca denuncias concretas.

“Que se vea que hay justicia y que se busca justicia, la que sea, ya que las acusaciones que hay son muy fuertes. No era secreto, esto era una cosa conocida de mucha gente, incluso la policía, pero qué pasaba, no sé, nadie me hablaba de esto durante meses”, señaló.

Denuncias que son complejas, pues en su mayoría están prescritas. Sin embargo, víctimas y laicos apuntan a la necesidad de que al menos se abra un proceso para que Cox deba enfrentar a la justicia, tal como lo manifestó la vocera de los laicos de Chillán, Mirena Romero.

“Por la ley está prescrita, pero aunque estén prescritas las faltas, él (Cox) tiene que responder a la justicia”, sentenció.

“En Chillán lo que más resaltó, fue la situación de abusos con adolescentes. Nosotros desconocemos otras faltas o delitos que habría cometido en la diócesis, y reconocemos que él una persona que se movía dentro del ámbito político de alto nivel”, añadió.

Esto último, a propósito de los antecedentes que circulan en La Serena sobre fiestas encabezadas por Cox con políticos y menores de edad.