El Gobierno ingresó el proyecto que reforma el sistema de pensiones que, entre otros aspectos, aumenta la pensión básica solidaria y crea una cotización adicional de 4%, recibiendo críticas desde la oposición por no dividir el proyecto.

Por la forma en como comenzó su trámite legislativo, se estima una tramitación compleja, toda vez que el Ejecutivo cerró la puerta a dividir el proyecto para que el aumento del 10% de la Pensión Básica Solidaria, se concrete en el corto plazo y no al final del despacho de la reforma a las pensiones, cuyo trámite se estima podría extenderse por más de un año.

La otra inquietud es el efecto que tendrá la cotización adicional del 4% en el mercado laboral, ya que según la estimación del propio Gobierno, implicaría la pérdida de 52 mil empleos formales a largo plazo.

Pese a esto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que el proyecto contempla gradualidad para mitigar el impacto sobre el mercado laboral.

“Nosotros estamos cuidando el mercado laboral a través de dos formas, primero hacer un aumento gradual de la cotización, una cifra en torno al 0.5% pero que va creciendo en el tiempo. Y en segundo lugar, que todo el 4% va a las cuentas individuales de ahorro de las personas que están contribuyendo”, sostuvo el secretario de Estado.

Desde la oposición, en tanto, pidieron al Gobierno generar condiciones para lograr acuerdos en torno a la reforma a las pensiones.

La diputada del Partido Comunista (PC), Karol Cariola, pidió que el Ejecutivo divida el proyecto para que el aumento del pilar solidario, -donde hay acuerdo-, sea despachado rápidamente pues, en caso contrario, la legisladora advirtió que podrían rechazar la idea de legislar el proyecto.

“Nosotros estamos evaluando derechamente rechazar la idea de legislar, si es que este proyecto de ley avanza en estas condiciones (…) Es un proyecto de ley que lo que hace es amarrar ambas cosas”, manifestó Cariola.

Por su parte, el ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg, descartó separar el trámite de la reforma a las pensiones, porque en opinión del Gobierno, eso implicaría postergar una vez más a la clase media.

“No queremos separar el proyecto porque significaría, una vez más, a la clase media (…) si los empezamos a separar, comienzan a postergarse a la clase media y a las mujeres”, explicó el titular de Trabajo.

Frente a esta negativa, el diputado del Partido Socialista (PS) Gastón Saavedra, recomendó al Gobierno allanarse a buscar el diálogo y no imponer sus condiciones para no entrampar la iniciativa.

“Estamos todos por que haya legislación, pero pasa por acuerdos, pasa por la voluntad de diálogo y de construir un nuevo sistema. Entonces no podemos darnos gustitos personales ni imponer condiciones”, comentó el legislador del PS.

Las palabras del diputado Saavedra toman mayor connotación, considerando que es el presidente de la Comisión de Trabajo, instancia donde comenzará a tramitarse la reforma a las pensiones propuesta por el Ejecutivo.