El Congreso decidió concentrar todo su trabajo de la semana en hoy lunes y mañana martes, para así tener libres los días posteriores al feriado del 15 de agosto.

Lo anterior ya generó una primera crítica, la cual -incluso- provino desde el interior: el diputado Raúl Soto pidió revisar la situación y terminar con este tipo de privilegios.

Mediante una carta dirigida a la presidenta de la Cámara, Maya Fernández, el parlamentario de la Democracia Cristiana advirtió que existen reformas laborales pendientes, por lo que no comparte el actuar.

“En momentos en que se debaten sensibles materias en el ámbito de los derechos laborales, entre ellas el aumento del salario mínimo, un contrato especial para jóvenes que flexibiliza la jornada… aparece como al menos imprudente que, una vez más, nuestra Corporación haga noticia por sus privilegios frente a la realidad diaria que viven nuestros representados”, argumentó.

Tras ello, planteó la interrogante sobre cuántos trabajadores pueden decidir tomarse dos días libres después de un feriado y cuántos ni siquiera podrán descansar el mismo.

“Es el momento de discutir iniciativas legales que se adecúen a las nuevas formas del trabajo, las tecnologías, la automatización y modernizar la normativa laboral para conciliar el trabajo con la familia, siempre respetando los derechos laborales, individuales y colectivos”, añadió.

Por ello, sostuvo que no es razonable ese tipo de privilegios por parte de “ciertos grupos de la sociedad”. “Es responsabilidad de todos quienes ejercemos cargos de representación popular, prestigiar a las instituciones en las que nos desempeñamos, con un alto sentido del deber y con una conducta honorable frente al juicio público”, dijo.

Para concluir, sostuvo que esto demuestra la desconexión de la clase política con quienes representan y la falta de conciencia con respecto a las necesidades. Considerando esos argumentos, llamó a replantear la determinación.