Pese a sus enormes diferencias, los candidatos presidenciales Marco Enríquez-Ominami y José Antonio Kast disputaron junto a sus equipos de campaña un partido de futbolito, para demostrar que se puede dialogar y que para gobernar se necesita generar acuerdos en todos los sectores.

La cita era a las 10:00 en Macul, con el comando de Enríquez-Ominami, de celeste; y de José Antonio Kast, de amarillo, para disputar una “pichanga” junto a sus cercanos, entre ellos asesores, aspirantes al Congreso y familiares.

De fútbol poco, pero de campaña bastante. Banderas y lienzos adornaban el recinto y ambas barras se hicieron escuchar incesantemente a lo largo de todo el encuentro.

Según la última encuesta Plaza Pública Cadem, el independiente exChile Vamos marca 5 puntos y está en el cuarto lugar de las preferencias; mientras que el 3 veces candidato a la presidencia se encuentra más abajo cerrando la lista con 4 puntos, junto a la demócrata cristiana Carolina Goic.

No obstante, Kast desestimó las cifras y aseguró que mantiene sus convicción de poder pasar a segunda vuelta.

En tanto, el abanderdo del PRO tuvo palabras para señalar que pese a las diferencias, se puede alcanzar acuerdos aunque las ideas vengan de sectores diversos.

También abordó la polémica en torno a la apelación anunciada por la empresa Andes Iron, al tribunal ambiental, por el rechazo que recibió de parte del comité de ministros el proyecto minero portuario Dominga.

Enríquez Ominami aseguró que es urgente mejorar la institucionalidad ambiental vigente y anunció que, en un eventual Gobierno, habrá penas de cárcel para quienes generen contaminación.

Ambas candidaturas mostraron concordancia en su rechazo categórico al narcotráfico y la delincuencia.

El resultado, para la anécdota, fue un deslucido empate 1 a 1.