La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer hoy los resultados de Bienestar Subjetivo, una publicación de PISA 2015 basada en los cuestionarios de contexto, que refieren al desarrollo psicológico, cognitivo, social y físico de los estudiantes de 15 años, así como a las capacidades que requieren para vivir una vida feliz y satisfactoria.
PISA 2015 incluye datos sobre bienestar, que abarcan tanto actitudes positivas como comportamientos que promueven el desarrollo saludable (por ejemplo, interés y motivación), así como algunos negativos (por ejemplo, ansiedad) que socavan la calidad de vida de los estudiantes.
El concepto principal de este estudio se refiere a la satisfacción con su vida, donde se le pregunta a los estudiantes “¿qué tan satisfecho estás con todo lo que es tu vida actualmente?”, donde, en una escala del 1 al 10, los estudiantes chilenos obtienen un promedio de 7,4, cifra similar al promedio de los países de la OCDE (7,3), y muy inferior a lo observado en Latinoamérica (7,9).
Bienestar Escolar
Una de las categorías de este estudio es “bienestar escolar” que se compone de tres dimensiones principales: ansiedad académica, apoyo parental, y sentido de pertenencia.
Estas dimensiones tienen una importancia fundamental, pues se relacionan fuertemente con el nivel de satisfacción con la vida que manifiestan los estudiantes. Así, mientras mayor es la ansiedad académica, menor es la satisfacción reportada por los estudiantes. Por el contrario, a mayor apoyo parental y sentido de pertenencia, mejores son los índices de satisfacción.
Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, explicó que “esto confirma la importancia de la experiencia escolar en el bienestar de los jóvenes, por lo que se reafirma la necesidad de comprender la calidad educativa como un concepto mucho más amplio y complejo que lo que nos reportan las pruebas de aprendizaje”.
Principales resultados: ansiedad académica
La dimensión ansiedad académica se refiere al grado de acuerdo (muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, muy en desacuerdo) con afirmaciones como “con frecuencia temo que dar una prueba va a ser difícil para mí”, “me preocupa que voy a tener malas notas en el colegio”, “incluso si estoy bien preparado para una prueba me siento muy angustiado”, “me pongo muy tenso cuando estudio para una prueba” y “me pongo muy nervioso cuando no sé cómo resolver una tarea en el colegio”.
Para cuantificar las respuestas se establece 0 como punto de referencia. A menor número, menor ansiedad.
A nivel de países, se observa que aquellos que tienen mayor ansiedad académica son Singapur, Brasil y Costa Rica (0,6 puntos), mientras que los Países Bajos son los que cuentan con los niveles más bajos de ansiedad (-0,5).
Chile tiene resultados que indican una ansiedad levemente mayor a la OCDE (0,1 vs 0,0 respectivamente) pero bastante inferior a la observada en Latinoamérica (0,4).
A nivel socioeconómico se puede observar que en Chile los quintiles más altos tienen menor ansiedad que los quintiles más bajos (-0,1 vs 0,2, respectivamente). Si se analizan estos resultados por género, las mujeres presentan considerablemente mayor ansiedad (0,2) que los hombres (0,0).
Es importante señalar que la ansiedad académica se relaciona negativamente con el rendimiento en todos los aspectos evaluados en PISA. Es decir, a mayor ansiedad académica, menores serán los resultados obtenidos en las pruebas de aprendizaje y de desarrollo de habilidades.
“Esto reafirma la importancia que debe tener la formación de la autoestima académica, del desafío que hoy tiene la escuela en tener herramientas, tanto de enseñanza como de evaluación, que se adapten a los estudiantes y que sean vistos por ellos como una parte del proceso de aprendizaje y no como instrumentos que generan temor o desconfianza”, explicó Henríquez.
Agregó que existe una relación negativa entre ansiedad académica y satisfacción con la vida. Es decir, los estudiantes que reportan menores niveles de ansiedad, presentan altos niveles de satisfacción con su vida, mientras que los estudiantes con mayores índices de ansiedad reportan bajos niveles de satisfacción.
Principales resultados: apoyo parental
La dimensión del “apoyo parental” se construye a partir del grado de acuerdo o desacuerdo con afirmaciones como “mis padres están interesados en mis actividades en el colegio”, “mis padres apoyan mis esfuerzos y mis logros educativos”, “mis padres me apoyan cuando enfrento dificultades en el colegio” y “mis padres me animan a ser seguro”.
Para cuantificar las respuestas se establece 0 como punto de referencia. A mayor número, mayor apoyo parental.
A nivel internacional, el país que presenta mayor apoyo parental es Costa Rica (0,37 puntos); mientras que el país que presenta menor índice es Macao (-0,69 puntos). En esta categoría, los resultados de Chile no presentan diferencias significativas con la OCDE ni Latinoamérica, y no se encuentra una asociación importante entre el apoyo parental y los resultados medidos en las pruebas PISA.
En términos de equidad, en Chile, los quintiles socioeconómicos más altos reportan mayor interés y apoyo parental (0,3) que los quintiles más bajos (-0,1). Asimismo, las mujeres reportan un nivel de interés y apoyo parental menor (-0,03) que los hombres (0,05).
Pese a que el apoyo parental no tiene un impacto significativo en las pruebas PISA, la relación de esta dimensión con la satisfacción con la vida es un punto muy relevante. Existe una asociación positiva y significativa: los estudiantes con menor apoyo parental (-0,6) reportan niveles de satisfacción menor con su vida (entre 0 y 4 puntos), mientras que quienes declaran mayor apoyo parental (0,3) alcanzan mayor satisfacción (entre 9 y 10 puntos).
En ese sentido, el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad explicó que “si bien el apoyo de parental no tiene un impacto directo en los resultados de aprendizaje, según nos dice PISA, el apoyo parental es fundamental para la satisfacción con su vida de nuestros estudiantes, y por lo tanto, con su felicidad y desarrollo integral”.
Principales resultados: sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia se refiere al grado de acuerdo con afirmaciones como “me siento como un extraño (o dejado de lado) en el colegio”, “hago amigos fácilmente en el colegio”, “siento que pertenezco al colegio”, “me siento incómodo y fuera de lugar en el colegio”, “parece que les caigo bien a otros estudiantes” y “me siento solo en el colegio”.
Para cuantificar las respuestas se establece 0 como punto de referencia. A mayor número, mayor sentido de pertenencia.
A nivel internacional, el país cuyos estudiantes presentan mayor sentido de pertenencia es España (0,47 puntos), mientras que el país que presenta menor sentido de pertenencia es Turquía (-0,44 puntos). En esta dimensión, Chile tiene peores resultados (-0,04) que la OCDE (0,02), pero el promedio del país es considerablemente mayor al obtenido por Latinoamérica (-0,19).
En materia de equidad, existe una diferencia significativa entre los grupos socioeconómicos extremos, donde el grupo alto reporta más sentido de pertenencia (0,3) que el grupo bajo (-0,1). En materia de género, hombres y mujeres no tienen diferencias en el sentido de pertenencia.
Henríquez explicó que “a medida que aumenta el sentido de pertenencia mejora la satisfacción con la vida. Así, los estudiantes que con mejores índices en pertenencia (0,2) presentan mejores niveles de satisfacción (9 y10), versus los con más bajo índice de pertenencia (-0,4) que presentan entre 0 y 4 puntos de nivel de satisfacción”.
¿Cómo avanzar en Bienestar Escolar?
El Bienestar Escolar de los estudiantes impacta fuertemente en la satisfacción con su vida, por lo que mejorar cómo se sienten frente a sus actividades académicas es vital para tener estudiantes felices que desarrollen sus capacidades.
En ese sentido, los datos analizados recalcan la importancia de desarrollar un ambiente de bienestar escolar que propicie mayor satisfacción con la vida. Para esto se observa que hablar con los padres después del colegio, que los jóvenes se sientan parte de su curso y de su escuela, y que puedan enfrentarse a su aprendizaje sin ansiedad, es fundamental para que los jóvenes se sientan satisfechos con su vida.
Henríquez destacó además la importancia de apoyar a las jóvenes. “Tenemos que trabajar el bienestar con un enfoque de género. Nuestras estudiantes de 15 años sienten mayor ansiedad y perciben un menor apoyo parental que sus pares hombres, y eso es una tarea que debemos trabajar en conjunto”.