El cardenal australiano George Pell, condenado en Melbourne por pederastia, es objeto de una demanda civil por un presuntos abusos sexuales que habrían ocurrido en una psicina en la década de 1970.

El prelado, de 77 años, fue hallado culpable en diciembre de cinco cargos de abusos sexuales contra dos monaguillos de 12 y 13 años en 1996 y 1997 en la sacristía de la catedral de Melbourne, en la que era arzobispo. Su pena se conocerá la próxima semana.

El cardenal, el más alto representante de la Iglesia Católica en ser declarado culpable de pederastia, sigue defendiendo su inocencia y se enfrenta a una pena de hasta 50 años de cárcel. La justicia decidirá en junio si habrá juicio en apelación.

El religioso también fue blanco de distintas acusaciones relativas a unos presuntos abusos cometidos contra varios niños en una piscina de Ballarat, la ciudad del sur de Australia de la que es originario, en el estado de Victoria, en los años 1970. Los fiscales australianos abandonaron el caso tras su condena.

Según medios locales, una presunta víctima de los abusos en Ballarat, molesta por el hecho de que se abandonara el proceso penal, tomó acciones como causa civil.

La Corte Suprema del estado de Victoria anunció el jueves que el demandante, quien no puede ser identificado por motivos legales, presentó una demanda el miércoles contra el cardenal Pell, las autoridades del estado de Victoria, los servicios de protección de la infancia y la congregación de las Hermanas de Nazaret, que se ocupaban de la residencia para niños en la que vivía en aquel entonces.

Sin embargo, el tribunal no proporcionó detalles sobre la demanda.

El prelado está acusado de tocar los genitales del menor mientras jugaba en la piscina.

La defensa acusó a la presunta víctima, que en la actualidad tiene unos 50 años, de haber mentido, y aseguró que si el prelado tocó sus genitales fue de forma accidental.

Según el diario The Australian, el demandante reclama daños e intereses por sufrimiento psiquiátrico, pérdida de salarios y gastos médicos.