Estados Unidos advirtió este miércoles que Rusia estaría planeando el uso de armas químicas o biológicas en Ucrania, una práctica prohibida y altamente peligrosa para la humanidad. Este tipo de armamento tiene consecuencias desastrosas para la salud y para el medioambiente.

El conflicto entre Rusia y Ucrania no solo preocupa por los daños a civiles en medio de los ataques y bombardeos, sino que también por la posibilidad de un ataque nuclear, incluso del uso de armas biológicas o químicas.

Estados Unidos advirtió este miércoles que Rusia estaría planeando el uso de armas químicas o biológicas en Ucrania. La excusa se basa en el supuesto desarrollo de este tipo de armamento en laboratorios ucranianos.

¿Qué son las armas biológicas o químicas?

Las armas biológicas son armas de guerra que contienen patógenos, como bacterias, virus, hongos o cualquier microorganismo que cause enfermedades.

En tanto, un arma química es cualquier sustancia química tóxica, sin importar su origen, que sea utilizada como instrumento de ataque. Estas, están clasificadas como armas de destrucción masiva por las Organización de las Naciones Unidas y su producción y almacenamiento está proscrita según la Convención sobre Armas Químicas de 1993.

Una de las primeras acciones con armas biológicas de la era moderna, la realizó el oficial inglés, Sir Jeffrey Amherst. El comandante en jefe de las fuerzas británicas en América del Norte envió mantas infectadas con viruela a los nativos americanos que asediaban la ciudad de Fort Pitt en 1764.

En 1972, Estados Unidos, Reino Unido, la antigua Unión Soviética y más de 100 países declararon no producir este tipo de armamento en la Convención de Armas Biológicas (CAB). Sin embargo, las dos principales potencias de la Guerra Fría y otras naciones como Siria, Irán, Irak, Libia, Corea del Norte o China, admitieron estudiar el uso de armamento biológico.

Tipos de armas biológicas o químicas

La lista de armas biológicas es conocida, ya que se produjeron naturalmente a lo largo de la historia de la humanidad. Virus o bacterias que producen enfermedades (viruela o ántrax, por ejemplo) han sido usados con este fin.

Hasta hoy, no existe evidencia de que algún país haya usado armas biológicas como modo de ataque contra otra nación.

En tanto, las armas químicas se usaron por primera vez durante las 2 Guerras Mundiales. Agentes nerviosos como el gas sarín, el cloro, gas mostaza, cianuro de hidrógeno, incluso el gas pimienta son algunos ejemplos.

Estas se usaron en la Guerra del Golfo en 1991 y la Guerra entre Irak e Irán en la década de los 80. Según fuentes no oficiales, hubo uso de este armamento en la Guerra Civil Siria, de la década pasada.

¿Cuál es el riesgo de este tipo de armamento?

El riesgo del uso de armamento químico y biológico es variado. Los agentes virales o bacterianos no solo son capaces de iniciar una pandemia, como la que vemos hoy, también pueden producir un daño a la flora y fauna y afectar la cadena de suministro necesaria para la sobrevivencia de la humanidad.

Las armas químicas en tanto, suponen un riesgo variado para la población, tanto en inmediato como a largo plazo.

En 1988 alrededor de 5.000 kurdos iraquíes fueron asesinados en un ataque químico de las fuerzas del dictador iraquí Sadam Husein. Años después, los sobrevivientes comenzaron a sufrir enfermedades por la inhalación de los gases, y hasta hoy son víctimas de las secuelas, según la agencia de noticias EFE.

Según un artículo de la Universidad Pablo de Olavide de España, desde 1915 la toxicidad de las armas químicas llegó a multiplicarse por 1.000. Agrega que agentes como el gas mostaza, incluso a los 30 años de la exposición sigue causando problemas respiratorios, cutáneos y oculares y sin un tratamiento farmacológico curativo, hasta ahora.