Varios estudios en laboratorio muestran que la variante Delta (antes llamada “variante india”) parece resistirse más a las vacunas que otras mutaciones, complicando los desconfinamientos en zonas que iban en vías de controlar la pandemia. Es lo que se conoce como “escape inmunitario”.

Ante la variante Delta del COVID-19, las vacunas son menos eficaces pero la protección contra la enfermedad sigue siendo importante, siempre y cuando se reciban las dos dosis.

Se cree que la variante Delta, identificada por primera vez como B.1.617.2 en la India, es más transmisible que la cepa original de COVID-19 y la variante Alfa, identificada por primera vez en el Reino Unido.

Según un informe, realizado por las autoridades británicas y publicado a principios de junio en The Lancet, en las personas vacunadas con las dos dosis de Pfizer/BioNTech, el nivel de anticuerpos neutralizantes es casi seis veces menos elevado en presencia de la variante Delta que con la cepa originaria, que sirvió para desarrollar las vacunas. En comparación, esta reducción es de 2,6 veces frente a la variante Alpha (“británica”), y 4,9 veces frente a la variante Beta (“sudafricana”).

Otro estudio, realizado por el Instituto Pasteur en Francia, concluye que los anticuerpos neutralizantes tras recibir el vial de Pfizer/BioNTech son de tres a seis veces menos eficaces contra la variante Delta que contra la Alpha.

La otra faceta de la respuesta inmunitaria

Los niveles de anticuerpos registrados en laboratorio son un indicador esencial, pero no es suficiente para determinar la eficacia de una vacuna. No se toma en cuenta la otra faceta de la respuesta inmunitaria, la inmunidad celular.

De ahí la importancia de analizar lo que sucede en la vida real. Y los resultados son más bien tranquilizadores. Según datos presentados el lunes por las autoridades británicas, la vacunación con Pfizer/BioNTech y AstraZeneca es igual de eficaz para impedir la hospitalización tanto ante la variante Delta como la Alpha.

Dos dosis permiten evitar a 96% (para Pfizer/BioNTech) y 92% (para AstraZeneca) el ingreso hospitalario debido a la variante Delta, según este estudio en 14.000 personas. Datos precedentes de las autoridades británicas daban conclusiones parecidas para formas menos graves de la enfermedad.

Dos semanas después de la segunda dosis, la vacuna Pfizer/BioNTech es 88% eficaz contra la forma sintomática del COVID-19 debido a la variante Delta, contra el 93% cuando se trata de la variante Alpha. Por su parte, AstraZeneca demuestra una eficacia de 60% y 66% ante estás mutaciones.

Los creadores de la vacuna rusa Sputnik V aseguraron el martes en Twitter que su fármaco era “más eficaz contra la variante Delta” que cualquier otro, pero no publicaron sus datos.