Huawei ya no podrá suministrar nuevos equipos a los operadores del Reino Unido a partir del 31 de diciembre. La diplomacia china ha reaccionado con fuerza, ya que varias acciones muestran un resurgimiento de la guerra comercial chino-estadounidense.

Casi sentimos el teclado temblar bajo el furioso tweet de Liu Xiaoming. El embajador chino en Londres describió diplomáticamente la decisión británica como un “error decepcionante”, e inmediatamente desenvainó la amenaza. Ahora es “dudoso”, escribe el diplomático, “que el Reino Unido pueda proporcionar un entorno comercial abierto y justo para las empresas extranjeras”, lo que implica que algunas empresas británicas pueden tener pronto sorpresas en el mercado chino.

En un régimen en el que los países se clasifican en función de la amistad o la supuesta hostilidad, este tipo de conversaciones suelen ir seguidas de acciones. Si el Reino Unido nos considera hostiles, pagará el precio, como dijo el mismo embajador de forma menos diplomática hace unos días.

La misma decepción está siendo expresada por Huawei, “los ingresos en el Reino Unido representan apenas el 1% de nuestros ingresos globales”, dice el vicepresidente ejecutivo del grupo. Pero “las decisiones de Londres tienden a tener un impacto más allá del reino”, en otras palabras, Huawei gritando que la prohibición no debe ser imitada en otros lugares.

Una guerra comercial más amplia

Huawei no es la única disputa entre Beijing y Washington. Este miércoles por la mañana, la temperatura subió en Hong Kong. A petición del Congreso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes por la noche una orden ejecutiva que pone fin al estatus especial de Hong Kong.

Esto había facilitado hasta ahora el comercio y los intercambios financieros con la ex colonia británica.

Al mismo tiempo, Donald Trump anunció sanciones contra los chinos, que están desempeñando un papel en la recuperación del territorio por parte del gobierno central. Pekín también reaccionó inmediatamente.

El “pedazo de papel arrugado” contra Winnie the Pooh
Es justo que la diplomacia china no saque a relucir los “tigres de papel” citado antaño por el Presidente Mao para referirse a la potencia estadounidense como una amenaza en realidad inofensiva.

Hace unos días, Pekín describió el acto americano en Hong Kong como un “trozo de papel arrugado”, en otras palabras, un acto simbólico que podría incluso ser contraproducente para los intereses estadounidenses.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China habla de violación de las leyes internacionales e interferencia y promete sanciones contra las instituciones y personalidades norteamericanas. Reafirma su determinación sobre Hong Kong, que se ha convertido casi en un asunto personal entre los líderes americanos y chinos.

Este miércoles, Mike Pompeo tuiteó una foto de su perro jugando con sus “juguetes favoritos” incluyendo el peluche Winnie the Pooh, el personaje de Disney que ha sido censurado en China porque se supone que se parece al presidente chino.