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El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) detalló el envío de aviones de combate F-22 Raptor a su "área de responsabilidad" en Medio Oriente como medida preventiva ante posibles amenazas de Irán y sus aliados, en un intento por evitar escaladas regionales. Estas aeronaves de quinta generación, con tecnología furtiva y capacidad supersónica de hasta 2.400 km/h, refuerzan la capacidad de EE.UU. para llevar a cabo misiones de aire-aire y aire-tierra. El despliegue se da en medio de tensiones crecientes por posibles ataques de Hezbolá e Irán contra Israel, tras el reciente asesinato del líder político de Hamás en Teherán y las amenazas de represalias.
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El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) confirmó el despliegue de los poderosos aviones de combate F-22 Raptor de Estados Unidos en su “área de responsabilidad” en Medio Oriente para hacer frente a eventuales amenazas de Irán y sus aliados.
A través de un escueto comunicado, el CENTCOM confirmó que este jueves los F-22 de la Fuerza Aérea norteamericana llegaron “al área de responsabilidad del Comando Central de EE.UU”.
Esto, “como parte de los cambios en la postura de la fuerza estadounidense en la región para mitigar la posibilidad de una escalada regional por parte de Irán o sus aliados”.
Se trata de aviones de quinta generación que cuentan con tecnología furtiva, es decir, están diseñados para ser indetectable por el radar enemigo.
Otra de sus principales características es que es una aeronave supersónica, pudiendo superar la velocidad del sonido sin ningún problema. De hecho, alcanza los 2.400 km/h.
Las capacidades de este avión de combate le permiten realizar misiones de aire-aire y aire-tierra con una gran combinación de sigilo, velocidad y agilidad.
Este despliegue en Medio Oriente se enmarca en las crecientes tensiones ante un potencial ataque de Hezbolá y otros aliados de Irán contra Israel.
Recordemos que Irán juró vengar el reciente asesinato del líder político del grupo islamista Hamás, Ismail Haniyeh, quien fue abatido el 31 de julio en Teherán tras participar en la toma de posesión del presidente iraní Masud Pezeshkian.
En ese contexto, la Guardia Revolucionaria de Irán advirtió que Israel “está cavando su tumba”.
Por su parte, el líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, amenazó con responder con fuerza al bombardeo israelí a las afueras de Beirut el 30 de julio que terminó con la muerte de su máximo líder militar, Fuad Shukr.
