La alta comisionada, que se reunió con el gobierno talibán en su visita al país en marzo, afirmó que las autoridades que tomaron el poder en agosto "están lejos" de proteger los derechos fundamentales de las mujeres y niñas pese a haber ratificado distintos tratados internacionales para acabar con la discriminación de género.

En el Afganistán actual, gobernado de facto por el régimen talibán desde agosto del año pasado, es escenario de una opresión a las mujeres “institucionalizada y sistemática”, aseguró hoy la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet.

La situación de las mujeres afganas es “crítica”, con 1,1 millones de jóvenes afectadas por la prohibición de asistir a la escuela secundaria.

Esto, mientras se mantiene la obligación de llevar el velo “hiyab” y persisten las barreras para el acceso de este colectivo al mercado laboral.

“No hay oportunidades para que las mujeres participen en la vida pública y política, y su libertad de movimiento ha sido gravemente restringida”, dijo.

Así lo señaló Bachelet en una comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en la que se debatió la situación de Afganistán.

Bachelet añadió que las actuales generaciones afganas viven “uno de los momentos más oscuros” de sus vidas tras años de conflicto.

A esto se suman la toma del poder por los talibanes y una profunda crisis económica, social, humanitaria y de derechos humanos.

Se han visto deteriorados derechos fundamentales como el de la libertad de expresión, opinión y el de participación en los asuntos públicos.

De este modo lo señaló Bachelet, quien pidió a las autoridades “abrir el espacio público” y de este modo restituir una prensa más libre.

“Para que Afganistán avance hacia la paz, todos los afganos tienen que estar representados en la política y en la toma de decisiones del país”, señaló la expresidenta de Chile.

“Incluidas las mujeres, las minorías étnicas y religiosas y en particular aquellos que históricamente han sufrido discriminación”, finalizó Michelle Bachelet.