La explosión de un auto bomba mató este martes a por lo menos seis soldados en la frontera con Siria, una zona desértica donde se hacinan decenas de miles de refugiados sirios que huyen de la guerra.

El ataque acentúa el miedo de que los yihadistas logren infiltrarse en Jordania desde Siria, donde el reino participa desde 2014 en la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos.

Según un breve comunicado del ejército, el auto bomba estalló en la región de Rukban (nordeste), causando “muertos y heridos” en las filas de los guardias fronterizos. No especifica el número de víctimas pero asegura haber destruido vehículos “enemigos” en la frontera.

Una fuente de los servicios de seguridad precisó más tarde que, según un “balance provisional”, seis soldados murieron en el ataque y otros 14 resultaron heridos.

Segundo atentado en dos semanas

“Los terroristas atacan de nuevo, esta vez contra nuestros guardias fronterizos (…) Este mal lo venceremos”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores jordano Naser Judeh en su cuenta de Twitter.

El atentado se produjo dos semanas después de un ataque a una oficina de los servicios de inteligencia cercano a Ammán, que dejó cinco muertos.

Hasta ahora Jordania se había librado, relativamente, de la violencia que arrecia en Irak y Siria, dos países vecinos.

Ningún grupo ha reivindicado el atentado del martes, cometido en una zona desértica en la que viven 60.000 sirios que piden refugio en Jordania, según el recuento de los guardias fronterizos publicado en mayo.

El representante en Jordania del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Andrew Harper, declaró que no se tiene constancia de víctimas entre los solicitantes de asilo sirios.

ACNUR lleva meses pidiendo a las autoridades jordanas que “dejen de bloquear a la gente en las zonas fronterizas apartadas durante meses” y las “traslade rápidamente a los centros de tránsito”.

Pero Ammán alega “motivos de seguridad”. La acogida es lenta -aduce- por miedo de que haya yihadistas del EI entre los refugiados.

Casi 2.000 sirios mezclados entre los refugiados son sospechosos de colaboración con el EI, advirtió en mayo el jefe de los guardias fronterizos, general Saber Al Mahayra. Algunos llevaban armas y municiones.

Jordania acoge a más de 600.000 refugiados sirios, según las cifras de la ONU, y 1,4 millones, según las autoridades.

Durante los dos primeros años de la guerra en Siria, desatada en 2011, había 45 pasos fronterizos abiertos a lo largo de los 378 km de frontera que separan Jordania de Siria. Quedan cinco, tres de ellos reservados a los heridos.

La guerra en Siria ha causado más de 280.000 muertos y obligado a huir a la mitad de la población.