El chileno Nicolás Zepeda, que enfrenta la cadena perpetua en Francia por el asesinato de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki, conocerá la próxima semana la decisión de la justicia, al término de un juicio marcado por sus cambios de versión de algunos hechos.

Este lunes parte la tercera semana de apelaciones en los tribunales de Francia, con el juicio del chileno Nicolás Zepeda, juzgado por el asesinato de su ex pareja Narumi Kurosaki.

Hoy es un día clave, ya que el principal imputado por el presunto asesinato y desaparición de la estudiante japonesa, dará un largo testimonio defendiendo su postura.

Recordemos que Zepeda, su familia y sus abogados, niegan rotundamente estar involucrados en el caso.

Teniendo esto en cuenta, este lunes por la mañana la defensa del hombre que arriesga cadena perpetua solicitó aplazar el juicio poco antes del interrogatorio del acusado.

Pese a esto, la petición fue rechazada por el tribunal judicial de Besanzón.

En detalle se trató de los abogados defensores Renaud Portejoie y Sylvain Cormier, quienes solicitaron un aplazamiento del juicio debido a “un error de procedimiento” en la declaración de un investigador.

Defensa de Nicolás Zepeda pide aplazar el juicio

Según lo dio a conocer el medio francés L’Est Républicain, los letrados denuncian que antes de la declaración del investigador Christophe Touris recibieron un “documento de 150 páginas con una reinterpretación” de las pesquisas.

Todo lo anterior -según ellos- que demostrarían que Zepeda tomó el control de los sistemas de mensajería de Kurosaki para retrasar el inicio de las labores de búsqueda.

“Desde el inicio de la organización del juicio, los investigadores necesitan en cada audiencia agregar nuevos actos de investigación, lo que no tienen derecho a hacer. Es ilegal”, dijo su defensa.

Pese a los alegatos el tribunal francés decidió “rechazar la demanda y continuar el juicio”, según anunció el presidente de la sala, François Arnaud.

Recordemos que Zepeda fue condenado en 2022 a 28 años de cárcel por el asesinato premeditado en Besanzón (este) en 2016 de Kurosaki, cuyo cadáver nunca apareció.

Aunque el nuevo juicio comenzó el 4 de diciembre con el acusado firme en su inocencia, a lo largo del proceso y presionado por sus propios abogados, cambió su versión inicial de algunos hechos.