La tragedia ocurrida la madrugada del 5 de noviembre de 1983 en la plataforma marítima, Byford Dolphin, dejó un saldo trágico de víctimas, las cuales sufrieron una de las muertes más brutales en la historia. Todo esto, debido a la presión del aire y la descompresión en una campana de buceo.
La historia se remonta al 5 de noviembre de 1983 en Noruega, día en que cinco buzos murieron en la plataforma Byford Dolphin, siendo esta la tragedia más terribles en la historia del buceo.
Cuatro de ellos (Edwin Coward, Roy Lucas, Bjørn Bergersen y Truls Hellevik) murieron de manera instantánea.
Específicamente se trata de una plataforma marina petrolera ubicada en el Mar del Norte, entre las costas de Reino Unido y Noruega.
Aquel día, dos de los buzos regresaron a la superficie tras una inmersión rutinaria, las que se realizaban varias veces al día.
Estas inmersiones eran realizadas en una campana de buceo, una recámara que se utiliza para llevar a los buzos a zonas profundas.
Se trata de campanas que soportan grandes presiones a medida que aumenta la profundidad, las que mantienen en su interior el aire altamente presurizado.
Al volver a la superficie, antes de salir de la campana, los buzos primero deben atravesar un pasadizo que los lleva a una cámara de descompresión.

Según lo detalló The Science Times, la campana, el pasadizo y la cámara de descompresión deben estar bien calibradas. Esto, para que el paso de una presión a otra sea lo menos brusco posible.
En el túnel los dos buzos se quitaron el equipamiento y entraron a la cámara de descompresión, donde otros dos buzos descansaban en literas y hasta ese momento todo transcurría sin problemas.
Los motivos que desataron la tragedia del Byford Dolphin
Uno de los operarios que estaba por fuera de los dispositivos comenzó a abrir la compuerta que conectaba a la campana con el túnel.
El problema fue que mientras lo hacía, en el interior aún estaba abierta la escotilla que conectaba al túnel con la recámara de descompresión.
Fue ese el momento de su fatal error y que acabó con su vida y la de todos sus compañeros.
En simples palabras, lo que ocurrió fue que al abrir la compuerta del aire exterior se produjo una caída abrupta de la presión, lo que los terminó aplastando.
Recordemos que al interior de la campana, la presión atmosférica era 9 veces mayor que en el exterior. es por esto que el resultado fue una descompresión explosiva que mató al instante a cuatro buzos.
Ante la caída de la presión, el aire y los fluidos de sus cuerpos se expandieron bruscamente y sus cuerpos se destrozaron.
El operario que abrió la compuerta fue lanzado con fuerza y más adelante también murió a causa de las heridas.

“Este ha sido el accidente de buceo más serio en la plataforma marítima del Mar del Norte”, dijo en una entrevista Kristin Øye Gjerde, investigadora del Museo Noruego del Petróleo.
Al parecer todo fue un error humano
Según Gjerde, los reportes policiales y una comisión investigadora concluyeron que esta tragedia fue producto de un “error humano”.
La experta indicó que las diligencias no revelaron ningún daño en las compuertas. Es por esto que, según los reportes, todo indica que el operario habría abierto el mecanismo sin esperar una señal del supervisor.
La comisión, sin embargo, concluyó además que el accidente pudo ser evitado si se hubiera adoptado la tecnología que estaba disponible en el momento.
El reporte planteó la adopción de mecanismos que aseguraran que las escotillas de la cámara se cerraran automáticamente ante una caída repentina de la presión.
Finalmente cabe destacar que la tragedia sirvió para que en adelante se adoptaran más medidas de seguridad en este tipo de operaciones. Todas estas, relacionadas con asegurarse que las compuertas no se pudieran abrir cuando no corresponde.
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