Los partidos independentistas vascos y catalanes formarán parte de la comisión de secretos oficiales del Congreso español, tras un cambio normativo ejecutado por la presidenta de la cámara, la socialista Meritxell Batet, para sortear el veto de la oposición de centro y derecha.

Este jueves se constituyó la Comisión de Gastos Reservados, nombre oficial de este órgano, de la que son miembros desde ahora diputados de EH Bildu (izquierda radical vasca) y de los partidos catalanes también soberanistas ERC (izquierda), JxCat (centroderecha) y la CUP (antisistema).

Según publicó recientemente The New Yorker, al menos 60 líderes independentistas catalanes y vascos fueron víctimas del sistema israelí de ciberespionaje Pegasus, que sólo se puede vender a gobiernos.

Esta información desató una tormenta política en España, con exigencia de responsabilidades al Gobierno y la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a cuyo departamento están adscritos los servicios secretos.

También integrarán la comisión parlamentaria, elegidos por voto secreto, representantes del Partido Socialista (izquierda) y de Unidas Podemos (izquierda radical), que forman el Gobierno español, y del PNV (nacionalistas vascos), así como del Partido Popular (conservadores), Vox (extrema derecha) y Ciudadanos (liberales), que se oponían a la entrada de los independentistas.

El ministro de Presidencia, el socialista Félix Bolaños, planteó al gobierno independentista de Cataluña (formado por ERC y JxCat) esta vía como fórmula para ofrecer toda la información sobre el supuesto espionaje y calmar el enfado de los soberanistas por este asunto.

Al independentismo, sin embargo, no le convence la fórmula, que considera insuficiente y sigue exigiendo una comisión de investigación específica sobre el ciberespionaje y la asunción de responsabilidades.

En este contexto, ERC, hasta ahora principal socio parlamentario del Ejecutivo español -pues este no dispone de mayoría suficiente- escenificó hoy su ruptura votando en contra de un plan gubernamental de medidas anticrisis por la guerra en Ucrania, salvado una vez más por estrecho margen gracias al ‘sí’ de EH Bildu.