El bombardeo dejó al menos 45 muertos. Los análisis de videos que muestran un cráter en el lugar del ataque apuntan a que se trataría de un bombardeo con una munición de 500 kilos. ¿Las víctimas? Personas que hacían fila para comprar comida, pan, principalmente.

La ONG Amnistía Internacional (AI) ha indicado este miércoles que un bombardeo ejecutado el 3 de marzo por Rusia contra la ciudad ucraniana de Chernigov, que dejó más de 45 muertos, podría constituir un crimen de guerra.

AI afirmó que sus investigaciones apuntan a que el ataque fue ejecutado en torno a las 12:15 horas locales en una pequeña plaza formada entre dos calles de la ciudad, alcanzando a decenas de civiles que hacían fila para comprar pan.

Así, ha resaltado que sus entrevistas y el trabajo de análisis de vídeos ha permitido determinar que el ataque fue “muy probablemente” un bombardeo ruso en el que se usaron dos bombas no guiadas, conocidas como “bombas tontas”.

“El bombardeo que alcanzó las calles de Chernigov sacude la conciencia”, manifestó la directora de Respuesta ante Crisis de Amnistía Internacional, Joanne Mariner.

“Fue un ataque despiadado e indiscriminado contra gente que estaba haciendo su vida normal en sus casas, calles y tiendas”, lamentó.

“Este impactante ataque es uno de los más mortíferos que ha soportado hasta ahora el pueblo ucraniano”, añadió.

“La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) debería investigar este bombardeo como un crimen de guerra”, pidió.

“Los responsables de estos crímenes deben ser llevados ante la justicia y las víctimas y sus familias deben recibir compensaciones”, comentó.

Víctimas de Chernigov esperaban pan

Tras el ataque, la administración regional de Chernigov denunció la muerte de 47 personas.

Por su parte, el material verificado por la ONG tras el bombardeo muestra el lanzamiento de ocho municiones de forma casi consecutiva e impactando en línea, un método habitual durante los bombardeos.

En este sentido, Amnistía Internacional ha detallado que no ha podido identificar ningún objetivo militar legítimo en la zona.

Por eso ha insistido en que las imágenes por satélite del 28 de febrero muestran una fila de gente esperando frente al edificio.

A partir de estos registros y testimonios, la organización ha afirmado que considera que la mayoría de las víctimas esperaban para comprar comida.

Testimonios del bombardeo a Chernigov

Alina, una estudiante de 21 años, ha relatado que estaba en su casa en una calle cercana cuando tuvo lugar.

“Escuché un zumbido muy, muy fuerte, y noté cómo se sacudía nuestro edificio. Fue como si nuestro piso se inflara y, tras dos segundos, escuché cómo estallaban las ventanas. Nuestro edificio se movió mucho, pensé que no iban a quedar paredes en pie”, recordó.

Los padres de Alina se encontraban en la calle en el momento de la explosión, pero sobrevivieron al ataque.

“En un edificio amarillo (cercano) había una fila para comprar pan y ahí es donde querían ir. No recuerdo si fue mi madre o mi padre, pero uno de ellos dijo: ‘no, la fila es muy larga, vámonos’. Se fueron. La gente que estaba en la fila ya no está”, ha lamentado.

Por su parte, Yulia Matvienko, de 33 años, ha manifestado que estaba en casa en el momento del ataque.

“Estaba caminando por el pasillo y no había llegado a la cocina cuando me quedé sorda. No entendía qué estaba pasando. Todo empezó a resquebrajarse y caer. Los niños gritaron. Durante segundos es como si hubiera silencio y el tiempo se parara”, ha apuntado.

“Luego saqué a los niños de los escombros. Me chorreaba sangre. Todo estaba destruido y la puerta había sido arrancada. No quedaba ni una ventana y algunos balcones habían sido totalmente arrancados. Los niños no sufrieron ni un rasguño. Es un milagro, solo tenían mi sangre por encima”, ha dicho.

Munición de 500 kilos

Amnistía Internacional ha reseñado que el lanzamiento de municiones no guiadas en zonas pobladas está prohibido.

Los ataques indiscriminados tampoco están autorizados en tiempo de guerra.

En línea con los vídeos que muestran un cráter, la ONG ha dicho se trataría de una superficie impactada por una munición de unos 500 kilogramos.

“Todos los estados deben cooperar con el TPI y la nueva Comisión de Investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para ayudar a garantizar que haya una rendición de cuentas por las graves violaciones y crímenes como este ataque. Las víctimas del conflicto deben recibir justicia”, ha zanjado Mariner.