La tensión en Ucrania se agravó este jueves con el aumento de los combates en las regiones separatistas del Donbás, mientras Rusia y Occidente elevaron la disputa diplomática con la expulsión del número dos de la embajada de EEUU en Moscú y la advertencia del presidente Joe Biden de que la probabilidad de una invasión rusa es "muy alta".

El Gobierno ucraniano y las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú se acusaron hoy mutuamente de violar el régimen de alto el fuego en el este de Ucrania, donde se enfrentan desde hace casi ocho años en un conflicto que se ha cobrado más de 14.000 vidas.

El alto el fuego en el Donbás se lleva incumpliendo desde que se instauró en 2015 con menores o mayores incidentes.

“Es un día intranquilo en el frente. Los ataques de artillería han causado heridos entre militares y civiles y ocasionado daños en la infraestructura”, informó en su página de Facebook el jefe de la administración cívico-militar de la región de Donetsk controlada por Kiev, Pável Kirilenko.

Por su parte, las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) aseguraron que el Ejército ucraniano atacó con fuego de morteros las inmediaciones de nueve localidades bajo su control, según la agencia de los separatistas prorrusos DAN. Por su parte, el Kremlin expresó su “gran preocupación” por la escalada en la región del Donbás.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró este jueves que “ha empezado el bombardeo en algunas partes de la frontera” del este de Ucrania, pero manifestó que los países de la UE no aprobarán las sanciones contra Rusia hasta que “el nivel de intensidad de la agresión lo requiera”.

“Hemos tenido noticias sobre una retirada de tropas (rusas), pero no hay evidencia de eso”, dijo Borrell tras una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para tratar la tensión en torno a Ucrania, en la que no adoptaron ninguna decisión.

“De lo que tenemos evidencia y estamos muy preocupados es sobre el aumento de los combates y fuertes bombardeos en algunas partes de la frontera”, dijo Borrell, quien advirtió de que “en las últimas horas” han notado “mucha desinformación por parte de Rusia para crear una atmósfera de ataques contra rusos en esta parte de Ucrania”.

Tensión diplomática

La tensión diplomática entre Rusia y EEUU y sus aliados subió hoy de tono tras las expulsión del “número dos” de la embajada de Estados Unidos en Moscú, Bart Gorman, según informó este jueves el Departamento de Estado.

Ante esta medida “no provocada” y que el Gobierno de Estados Unidos ve como un paso en la “escalada” de tensiones bilaterales, Washington evalúa una “respuesta” en medio de la crisis por la concentración militar rusa en la frontera con Ucrania.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró además que la amenaza de invasión de Ucrania por parte de Rusia es “muy alta” y apuntó a la posibilidad de que se produzca en “unos días”.

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca antes de partir de viaje al estado de Ohio, Biden añadió en cualquier caso que “aún es posible” una solución por la vía diplomática.

El mandatario señaló que Rusia “no ha movido sus tropas hacia fuera, las está moviendo hacia dentro” y recalcó que Estados Unidos tiene razones para pensar que los rusos están envueltos en una operación de “bandera falsa” (para buscar un pretexto para entrar en territorio ucraniano).

“Cada indicación que tenemos muestra que se están preparando para entrar en Ucrania, para atacar a Ucrania”, añadió sobre Rusia.

En Naciones Unidas, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, denunció este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Rusia está preparando una invasión de Ucrania “en los próximos días” y aseguró que los planes de Moscú incluyen la toma de Kiev y otros puntos estratégicos del país vecino.

Blinken, que viajó a última hora a Nueva York para participar en una reunión del Consejo de Seguridad sobre Ucrania, reiteró la idea de que el Gobierno ruso tiene previsto buscar un “pretexto” para justificar su intervención, lo que podría incluir un falso atentando terrorista, un supuesto descubrimiento de fosas comunes o incluso un ataque real o ficticio con armas químicas.

Los planes rusos, aseguró el secretario de Estado, pasan luego por comenzar los bombardeos sobre Ucrania y, posteriormente, lanzar una invasión terrestre que incluiría el avance de tanques y soldados hacia varios puntos clave, incluida la capital ucraniana.

Blinken también afirmó en la ONU que ha propuesto a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, mantener una reunión en Europa la próxima semana para preparar una cumbre entre los dos países con el fin de rebajar la tensión en torno a Ucrania.

Rusia reitera sus demandas

Mientras el clima bélico no para de aumentar, Rusia respondió hoy por carta a EEUU sobre las demandas de seguridad que Moscú ha planteado para frenar la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas, y advirtió de que se verá obligada a reaccionar a través de medidas “técnico-militares” en caso de que no haya disposición por parte de EEUU a negociar garantías de seguridad en Europa.

La carta con la respuesta rusa fue entregada al embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, quien acudió hoy a la sede del Ministerio de Exteriores de Rusia.

En el documento, Rusia acusó a EEUU de no dar una respuesta constructiva a sus propuestas sobre la seguridad, subvertir su esencia y buscar ventajas para Washington y sus aliados.

“Declaramos que la parte estadounidense no dio una respuesta constructiva a los elementos básicos del proyecto de tratado con Estados Unidos elaborado por la parte rusa sobre garantías de seguridad”, señala el texto de la misiva.

Moscú admite que Occidente está dispuesto a comenzar un diálogo sobre el control de armas y reducción de riesgos militares, pero subraya que prefiere dar con una “solución integral” a los asuntos de seguridad que plantea.

En la carta a EEUU, Rusia reitera que no tiene planes de invadir Ucrania y “nunca los ha tenido”.

Ucrania mantiene aspiraciones en la OTAN

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró este jueves que para su país la OTAN es una “garantía de seguridad” y revindicó su derecho a poder elegir sus propias alianzas.

“La OTAN es una garantía de seguridad. ¿Cómo podríamos elegir ningún otro camino? Para nosotros es una garantía de no perder nuestra independencia”, señaló Zelenski en declaraciones a la BBC.

El presidente ucraniano también acusó a “países de la UE” (sin citarlos) de “seguir el juego” a Rusia, algo que, a su juicio, es “incorrecto”.

“No podemos cerrar los ojos y decir que es sólo Rusia la que no nos quiere (en la OTAN). Eso no es cierto”, dijo.

Pese a todo, reconoció que un posible camino hacia el ingreso en la Alianza Atlántica sería “largo”, aunque no requeriría de un referéndum en el país, pues esa voluntad ya está recogida, aseguró, en la Constitución ucraniana.

Para Zelenski, Rusia arguye su temor a que Ucrania ingrese en la OTAN “para justificar su presencia en la frontera”, después de que, según los cálculos de las potencias occidentales Moscú haya acumulado a unos 150.000 militares junto a Ucrania.

“No se trata de la OTAN, se trata del futuro de la gente (…) Sólo hablamos de nuestra independencia, de lo que nosotros decidamos hacer en el futuro”, agregó.

La ONU, preocupada

La ONU advirtió este jueves que la situación en torno a Ucrania es “extremadamente peligrosa” y urgió a todas las partes a resolver las tensiones a través de la diplomacia, sobre todo tras las informaciones de choques armados en el este del país en las últimas horas.

“Abundan las especulaciones y las acusaciones en torno a un posible conflicto militar. Independientemente de lo que uno crea sobre la perspectiva de tal confrontación, la realidad es que la situación actual es extremadamente peligrosa”, dijo la responsable de Asuntos Políticos de la Organización, Rosemary DiCarlo.

DiCarlo insistió en que “no hay alternativa a la diplomacia” y subrayó que todos los países tienen que cumplir con la Carta de Naciones Unidas, evitando las amenazas o el uso de la fuerza contra la “integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado”.

La diplomática estadounidense abrió con su discurso una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dedicada a Ucrania y, en concreto, a la implementación de los Acuerdos de Minsk, los arreglos diplomáticos adoptados desde 2014 para tratar de arreglar el conflicto en el este del país.

Esos pactos, que fueron respaldados por el Consejo de Seguridad, son interpretados de forma distinta por Moscú y Kiev y nunca han llegado a aplicarse en su totalidad.