El Parlamento italiano inicia este lunes la primera ronda de votaciones para elegir a un nuevo presidente de la República, una elección marcada por la incertidumbre y expectación y en la que el actual primer ministro, Mario Draghi, está entre los favoritos.
Más de mil “grandes electores” (321 senadores, 629 diputados y 58 representantes de 20 regiones), deberán elegir al nuevo presidente, cuyo mandato dura siete años.
La papeleta blanca dominará en las primeras jornadas, según todos los observadores, ya que los líderes de los partidos no han llegado a un acuerdo sobre el sucesor de Sergio Mattarella, cuyo mandato de siete años finaliza el 3 de febrero.
El Partido Demócratico (PD), los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la izquierda de Libres e Iguales (LeU) se han aliado para proponer un personalidad de consenso, que sea votada también por la coalición de derecha, pero su nombre por ahora no se conoce.
Las funciones del presidente son esencialmente honorarias en Italia, donde rige el sistema parlamentario, por lo que para el cargo se suele escoger a una personalidad de renombre, con notables capacidades de mediación y que esté por encima de los partidos.
Votar en el aparcamiento
En las tres primeras rondas de votación es necesaria una mayoría de dos tercios, pero a partir de la cuarta ronda de votaciones es suficiente una mayoría simple.
La votación se realiza mediante voto secreto y no hay dudas que va a durar varios días.
En el pasado las sorpresas no han faltado, tanto que las elecciones para presidente en Italia suelen ser comparadas a los cónclaves para la elección del papa.
Debido a las medidas sanitarias por el covid, cada ronda durará solo un día y aquellos que resulten contagiados podrán contar con una mesa de votación externa especial, en el aparcamiento del Parlamento.
Según el canal de televisión La7, entre 12 y 15 parlamentarios resultan positivos.
La incertidumbre sigue reinando tras el retiro de la candidatura el sábado del ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi, de 85 años, quien había lanzado una original campaña seduciendo por teléfono a los parlamentarios indecisos con chistes y promesas.
Il Cavaliere se encuentra hospitalizado para someterse a pruebas “rutinarias”, con lo que ha desaparecido de hecho del escenario político aunque dejó saber que se opone a que el actual Primer Ministro, Mario Draghi, sea elegido presidente.
¿Draghi presidente?
“Se vota contra el muro”, titula el influyente diario La Repubblica, mientras Il Corriere della Sera subraya que se inicia la primera la votación “sin haber llegado a un acuerdo”.
Draghi, de 74 años, es el principal candidato, pero su elección abriría una fase de inestabilidad política.
Eje clave de la amplia coalición que va de la derecha a la izquierda, lo que le garantizó obtener colosales fondos de la Unión Europea, el economista ha dado al país un prestigio internacional que se creía perdido.
Pero su elección dejaría vacante el puesto de Primer Ministro, por lo que muchos preferirían que permanezca hasta las elecciones legislativas de 2023 ya que temen unas elecciones anticipadas.
Los inversores internacionales temen también que Italia, agobiada por la deuda, se retrase en el estricto calendario de reformas en caso de que Draghi renuncie como Primer Ministro.
Un amigo del papa Francisco
La prensa italiana lleva semanas lanzando nombres de candidatos para suceder a Sergio Mattarella, 80 años, en el palacio del Quirinale, sede de la presidencia.
Entre ellos figuran el comisario europeo Paolo Gentiloni, el ex primer ministro socialista Giuliano Amato y la ministra de Justicia Marta Cartabia, quien sería la primera mujer presidente del país.
Entre los nombres que este fin de semana han lanzado los sectores progresistas figura el católico Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, cercana al papa Francisco y conocida por su política a favor de los migrantes y por haber sido mediadores en numerosos conflictos internacionales.
Los observadores calculan que antes del jueves, cuando se llevará a cabo la cuarta vuelta y se necesitará sólo la mayoría simple para ganar, aparecerá el candidato más probable.