Cuando Anthony Elfalak desapareció el pasado viernes 3 de septiembre de la propiedad de sus padres cerca de Singleton, en la región de NSW Hunter, Australia, sus padres nunca imaginaron el revuelo internacional que esto causaría. No había tiempo. Ya vivían un torbellino de emociones al no encontrar a su pequeño de 3 años.

Para la búsqueda, rápidamente se agruparon los servicios de emergencia locales, luego de descartarse que el menor estuviera en algún lugar de su residencia. Los Elfalak afirmaron que por su condición de autismo “AJ” es un niño con dificultad para comunicarse.

La región de Nueva Gales del Sur fue el escenario donde al menos 100 personas, entre uniformados, voluntarios y familiares del niño, se lanzaron a la búsqueda por tierra y aire para dar con su paradero. A nivel mundial, los medios de mayor difusión, entre estos BBC, ABC y News.com de Australia, estuvieron atentos al desenlace de los acontecimientos.

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“¡Tengo al niño!”

Tres días habían pasado desde que Anthony desapareció de su casa. Nadie sabe cómo fue que lo perdieron de vista. Sus padres no han querido apuntar a eso, ni antes ni después del desenlace de esta historia.

Lo único que se sabe, es que el tiempo estaba en contra del menor, quien desapareció sin dejar rastro. Fue entonces que el servicio aéreo de la policía de Nueva Gales del Sur, echó mano de sus mejores elementos para emprender la búsqueda aérea.

Los intentos no surtieron efecto en las primeras 24 y 48 horas, cuando los padres de AJ, voluntarios, policías y otros servicios prácticamente peinaban el lugar, gritando su nombre.

Sin embargo, los frutos rindieron cuando uno de los pilotos de una aeronave policial, por fin daba el aviso que los Elfalak y compañía ansiaban escuchar.

En el video, segundos antes de avistarse el objetivo, puede verse el entorno boscoso, un arroyo y, enseguida, una silueta que, con mayor precisión de la visión desde la aeronave, confirma que se trata del pequeño AJ.

Estaba cubierto de barro y bebiendo agua con sus dos manitas, las cuales formaban un hueco para poder calmar su sed. Cuando el piloto policial se aseguró que se trataba del niño, brindó las coordenadas con toda emoción, confirmando: “¡Tengo al niño!”

El milagro y la investigación

“Lo tienen en una lente increíblemente larga. No parece saber que lo han encontrado”, tuiteaba el corresponsal de la BBC, Stephen McDonell.

Era la expresión de emociones que el caso generó en los corresponsales que dieron seguimiento a la noticia.

Los padres del niño también respiraban aliviados luego de encontrarlo. Un reportero estuvo en el lugar y describió el momento de forma detallada.

“Corrieron a través de los matorrales. Detuvieron sus autos y corrieron a través de este monte en busca de AJ y finalmente encontraron a algunos oficiales de policía que lo estaban consolando”, dijo el periodista de ABC, Jake Lapham.

“Les dijeron (los policías) que no solo AJ estaba vivo, sino que estaba vivo y bien. Fue un momento increíble, la alegría fue increíble, simplemente estaban rodando por el suelo, abrazándose”, sostuvo.

El estado del niño era, pese a haber pasado 3 días en la selva, fuera de peligro. Lo describieron con leves laceraciones en sus piernas y con sarpullido a falta de cambio de su pañal. Sin embargo, y tras una revisión médica, AJ regresó con sus padres a recuperarse de 72 horas en la jungla. El milagro se hizo con él y ahora es parte de las historias de supervivencia.

“Mi pierna, mis caderas, mis tobillos, no puedo caminar. He estado en el monte durante cuatro días sin dormir. No hemos parado ni un segundo”, dijo su padre Anthony Elfalak.

“Ha sido mordido por hormigas y se ha caído, pero está vivo. Está vivo y nadie puede entender lo que es pasar por lo que pasamos. Me siento afortunado. Es un milagro“, aseguró.

La superintendente Tracy Chapman del distrito policial de Hunter Valley dijo que lo que le sucedió al niño durante los tres días que estuvo desaparecido seguirá bajo investigación.

“Ciertamente lo que ocurrió durante el transcurso de esos tres días (está bajo investigación) y sé que todos tienen muchas preguntas”, aseguró. No aclaró si fue en referencia o no a una presunta responsabilidad penal apuntando a sus padres.

Los Elfalak, en tanto, están resguardando su privacidad tras la montaña rusa de emociones desde el extravío de su hijo, hasta su milagroso hallazgo. Antes de guardar silencio y pedir comprensión en un comunicado, contaron que AJ comió como nunca, luego de su impensada estadía en la selva australiana.

“Se quedó atrapado en unas tres rebanadas de pizza y un plátano, así que es bastante bueno (como se recupera)”, dijo uno de sus padres.

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