Merkel insiste en que "seguirá con atención" el caso, mientras Putin dice que Navalny "cometió un delito".

La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, han exhibido este viernes sus discrepancias en torno al caso de Alexei Navalny tras su encuentro en Moscú.

Merkel ha exigido “una vez más” a Putin la liberación de Navalni, actualmente encarcelado en el país euroasiático.

Insistió en que “la condena a permanecer en una cárcel sobre la base de un veredicto anterior, que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos calificó de manifiestamente desproporcionado, es inaceptable”.

Por su parte, Putin defendió que Navalny fue condenado porque cometió “un delito penal” y no por su “actividad política”.

“No fue condenado por su actividad política, sino por las infracciones penales cometidas contra los socios extranjeros”, indicó el mandatario.

Peticiones a Moscú

Merkel pidió en repetidas ocasiones a Moscú que aclare el ataque que Navalny sufrió hace un año con el agente químico Novichok.

Mientras, la Justicia rusa ha prohibido sus organizaciones y el opositor se enfrenta ahora a una pena de prisión aún más larga por un nuevo cargo.

Por otra parte, durante la visita, Merkel llamó a continuar el diálogo con Rusia a pesar de las “enormes” tensiones políticas entre ambos países.

“Me complace que podamos reunirnos una vez más, quizás como una visita de despedida, pero también como una visita de trabajo aquí en el Kremlin”, dijo.

“Aunque hoy tengamos definitivamente profundas diferencias, estamos dialogando. Eso debe seguir ocurriendo y clasificando las relaciones entre ambos países”, reiteró.

En este sentido, Putin comentó que los contactos con la canciller siempre habían sido “intensos”. Esto, además de destacar que Alemania es un “importante” socio comercial de Rusia.

A su llegada a Moscú, Merkel depositó una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido ante el Kremlin. Esto, coincidiendo también con el 80 aniversario de la invasión nazi de la Unión Soviética.

A continuación, la canciller y el presidente de Rusia estrecharon manos ante las cámaras, antes de un almuerzo de trabajo.

Última visita

La última visita de Merkel a Moscú data de enero de 2020.

Ya entonces, las relaciones estaban tensas, entre otras razones por la supuesta implicación rusa en el asesinato de un ciudadano de origen checheno.

Esto, en un parque de Berlín en 2019 y en un ciberataque contra el Parlamento alemán en 2015.

Posteriormente, Alemania asumió la acogida a Navalny, avalando una serie de informes que confirmaban el envenenamiento sufrido por el opositor y asomaban de nuevo la sombra de la duda sobre la posible implicación del Kremlin en el ataque.

Moscú, por su parte, negó toda responsabilidad y acusó a Berlín de ocultar información.

La de la capital rusa no será la única parada de la gira de Merkel, ya que a continuación viajará a Kiev.

Las autoridades ucranianas ya habían avanzado que este mes la canciller de Alemania visitaría la antigua república soviética y se vería con el presidente, Volodimir Zelenski.