Investigadores rusos acusaron este miércoles al encarcelado opositor ruso Alexei Navalny de un nuevo delito que podría prolongar su estancia en prisión.

El Comité de Investigación ruso, encargado de estudiar los delitos más importantes, le acusa de haber creado una organización que viola los derechos de los rusos pues su Fondo contra la Corrupción (FBK) “incitó a los ciudadanos a cometer actos ilícitos”, en particular “instando a participar en concentraciones no autorizadas”.

El FBK y otras organizaciones de Navalny fueron clasificadas como “extremistas” en junio por la justicia rusa y desde principios de agosto están oficialmente prohibidas.

Según el Comité de Investigación, el opositor y sus colaboradores “organizaron la difusión, en sus páginas personales en internet y en sus páginas del FBK […], de publicaciones que pedían a los ciudadanos rusos que participaran en concentraciones no autorizadas en enero”, cuando tuvieron lugar varias manifestaciones de apoyo a Navalny, en protesta por su arresto.

“Navalny sabía que [esas protestas eran] de naturaleza ilegal”, consideraron los investigadores.

El movimiento del opositor está sometido a una fuerte presión desde que Navalny regresara a Rusia en enero, tras haberse recuperado de un supuesto caso de envenenamiento en Alemania, del que acusa al Kremlin.

Sus organizaciones fueron liquidadas, las páginas web vinculadas a él fueron bloqueadas y varios de sus colaboradores son objeto de varios procedimientos judiciales.

Alexei Navalny, de 45 años, cumple una pena de dos años y medio en una colonia penitenciaria por un viejo caso de fraude, que él ha tachado de “político”.

Los aliados de Navalny afirman que todas estas medidas están destinadas a entorpecer las actividades de la oposición de cara a las elecciones legislativas de septiembre.