La Policía española certificó indicios de un presunto espionaje al fundador de Wikileaks, Julian Assange, en la embajada de Ecuador en Londres.

Esto, mientras mantenía reuniones con su equipo de abogados, liderado por el exjuez español Baltasar Garzón, y con otros visitantes.

Así consta en un oficio policial que analiza información de dos memorias USB entregadas el pasado año a la Audiencia Nacional española.

Este procedimiento se abrió al ser admitida una querella de Assange contra la empresa española. En ese entonces era responsable de la seguridad privada de la embajada en Londres, UC Global, y su propietario, David Morales.

Un informe policial concluye que dentro de la embajada había siete cámaras con micrófonos, que contaban con un sistema de emisión en directo.

También que se “grabaron diferentes vídeos con sonido de Julián Assange reunido con diferentes personas” y “archivos de audio”.

Además, asegura que se elaboraron informes de reuniones “con diferentes personas e incluso en algunas se cita lo hablado en ellas”.

A esto se suma un informe grafológico de Assange, un estudio de personalidad a través de la letra de una persona, por parte de UC Global.

Concluye también la Policía española que se hicieron “copias de la documentación de las personas que David Morales indicó a los operadores de la empresa”.

Videos y pruebas

Las pruebas aportadas confirmarían la existencia de vídeos sobre reuniones en la embajada entre Assange y Romy Vallejo, jefe del Servicio Nacional de Inteligencia de Ecuador, y de informes de visitas procedentes de Estados Unidos, como el congresista Dana Tyrone Rohrabacher.

También uno que se redactó en inglés del exlíder de la formación de izquierda Podemos Pablo Iglesias, que fue vicepresidente del Gobierno español.

El pasado abril, Assange, cumplió dos años de prisión preventiva en una cárcel de alta seguridad a la espera de que se resuelva su proceso.

Una juez rechazó en enero su extradición por motivos de salud, al considerar que presenta riesgo de suicidio, pero Washington recurrió y será un tribunal superior el que decida.

Assange, que no ha sido condenado por ningún delito, fue detenido en 2019 después de ser sacado por la fuerza de la misión ecuatoriana en Londres, donde se había refugiado en 2012 para evitar su entrega a Estados Unidos.

Previamente, el australiano estuvo bajo arresto domiciliario en Inglaterra desde que en 2010 fue detenido a petición de Suecia.