La cifra de muertes por el coronavirus registradas en las residencias de ancianos de Madrid podría ser cinco veces más alta a la oficial, con casi 3.500 víctimas a las que no se practicó prueba, reconocieron este miércoles las autoridades.

En una rueda de prensa, el portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, explicó que del 8 de marzo al 8 de abril fallecieron 4.750 de las alrededor de 50.000 personas residentes en los geriátricos de la región, la más afectada por la epidemia en España.

De ellos, “781 son casos de fallecimientos confirmados por COVID y (…) 3.479 son casos de fallecidos que tenían síntomas de coronavirus pero no habían sido confirmado mediante test”, dijo Aguado.

“Las cifras son mucho más altas que en un mes ordinario”, reconoció el portavoz del ejecutivo regional mientras en España crecen las dudas sobre si la cifra de fallecidos por la epidemia está subestimada.

Se trata del segundo país con más muertes por coronavirus en el mundo, con 14.555 decesos registrados hasta este miércoles, pero el balance podría ser superior dado que solo se contabilizan los difuntos con diagnóstico oficial de coronavirus.

Eso deja fuera a muchos fallecidos con síntomas de esta enfermedad a quienes, en un contexto de escasez de tests de detección, no se les pudo practicar la prueba.

Según las cifras ofrecidas por distintas regiones, parte importante de estos decesos no contabilizados podrían proceder de geriátricos.

La alta mortalidad en las residencias de ancianos causó conmoción en el país, con numerosas noticias sobre centros donde decenas de personas murieron que incluso son foco de investigaciones judiciales.

El ministerio de Defensa envió unidades del ejército a desinfectar cientos de geriátricos y, según la ministra Margarita Robles, encontraron “ancianos absolutamente abandonados, cuando no muertos en sus camas” en algunos de estos centros.