“El islam político no tiene su sitio” en Francia, afirmó el martes el presidente Emmanuel Macron, tras anunciar medidas contra el “separatismo islamista”, un dossier especialmente delicado ante las próximas elecciones municipales.

El presidente francés anunció que quiere poner fin progresivamente a la llegada de “imanes en misión”, es decir aquellos enviados por otros países como Turquía y Argelia, aunque no precisó en qué fecha aplicará la medida. Igualmente se pondrá fin a la acogida de unos 300 que cantan salmos y son recibidos cada año durante el periodo del ramadán.

Macron expresó además la intención de aumentar paralelamente el número de imanes formados en Francia.

“Nuestro enemigo es el separatismo” pero “hacer un plan contra el islam sería un profundo error”, declaró el presidente francés en un discurso pronunciado en Mulhouse (este), ante responsables locales y habitantes de un barrio desfavorecido.

Esta “visita de terreno” es la primera de una serie que se extenderá más allá de las elecciones municipales de dos vueltas del 15 y 22 de marzo, durante la que el jefe del Estado francés detallará la estrategia del gobierno contra la radicalización y el islam político.

Antes de este discurso, el jefe del Estado se dio un baño de masas de una hora, y afirmó que la lucha contra el “separatismo islamista” no iba dirigida contra los musulmanes.

“El islam atraviesa una crisis con una radicalización de algunos y de movimientos muy duros que quieren ir hacia el islam político. Solo digo que, en nuestra casa, el islam político no tiene lugar”, declaró, acompañado de varios miembros del gobierno.

Desde el comienzo de su mandato de cinco años, las oposiciones de derecha presionan a Macron para que afirme su política sobre este asunto, tildándole de laxismo. El debate se tensó más en los últimos meses, debido a la polémica sobre la presencia de listas comunitaristas en las municipales o después de la surgida a raíz de que una madre llevara un velo en una excursión escolar.