Tras casi dos semanas de huelga nacional contra la reforma de las pensiones en Francia, el uso de la bicicleta y el monopatín de alquiler ha aumentado de forma exponencial, y del mismo modo han aumentado los accidentes de circulación.

La movilización social contra la reforma del sistema de pensiones francés empezó el 5 de diciembre. Desde entonces, la huelga en los transportes públicos de las principales ciudades ha llevado al cierre de numerosas líneas de metro y de bus.

Los habitantes de París se han lanzado masivamente a las calles en busca de alternativas, como las bicicletas, monopatines (o patinetas) eléctricos y motos, que se pueden alquilar gracias a los teléfonos celulares. El ayuntamiento de París constata dos veces más de tránsito en las ciclovías, y hasta un aumento del 400% en las zonas cercanas a la turística Torre Eiffel.

Pero según los servicios de emergencias, esta fiebre por los vehículos de dos ruedas ha conllevado también un fuerte aumento en los accidentes. Hasta un 40% más de siniestros. “Hemos tenido que intervenir 600 veces entre el 5 de diciembre (inicio de la huelga) y el 14 de diciembre, frente a 450 en el mismo período el año pasado, es un aumento significativo”, según el coronel Gabriel Plus, portavoz de la brigada de servicios de auxilio de París, en declaraciones a la AFP.

Los novatos sobre dos ruedas están chocando con peatones, pero también están siendo atropellados por autos, dijo Plus, aunque la mayoría sólo sufren lesiones menores que no requieren ser hospitalizados.

Además de ser novatos, suelen ir mal equipados, la mayoría sin casco o chaleco reflectante. E incluso a veces montan dos en el mismo manopatín. “El casco debería ser obligatorio. Constatamos un aumento de los traumatismos craneanos graves, tanto con las bicicletas como con los monopatines. La mayoría de los accidentes graves ocurren de noche, cuando la gente ha bebido y creen que pueden manejar igualmente.”

Además del aumento del uso de estos vehículos ligeros, miles de automovilistas se han lanzado a las calles, creando grandes embotellamientos y aumentando el tiempo que toma a los socorristas para llegar a los lugares de los accidentes.

“Afortunadamente no hemos tenido que hacer ninguna intervención importante, como para un gran incendio”, dijo Plus.